«Me entretengo con la lectura, antes paseaba mucho»

«Estoy aquí va a hacer dos años en septiembre y estoy contentísima. Yo estoy muy bien, hablo todos los días con videollamada con mi familia y aquí la gente es maravillosa y nos trata genial. Alguna vez cae alguna regañina pequeña, porque hay que ser solidarios, y como no me gusta que me regañen me da rabia, pero tenemos un jefazo guapísimo y muy cariñoso, al que le han hecho ponerse ahora un traje verde. Las auxiliares lo llevan rojo». Con ese salero y un entusiasmo desbordante, Carmen García Maraña, de 87 años, relata su estancia en la residencia Hospital San Juan Bautista de Astorga, donde trabajan 75 personas para 140 residentes. Pone buena cara al confinamiento por su carácter vivaz y optimista, pero espera que «pase a ver si pronto». Al hablar de su vida, recuerda que se casó con un andaluz de Ronda y vivió 30 años en Oviedo. «Era ingeniero y como mi única hermana estaba aquí, me vine. Me gusta mucho la lectura, así que me entretengo con ello. Me levanto a las siete de la mañana, me aseo, desayuno y ya lo tienen todo limpio. Luego me pongo con el tocho que tengo ahora entre manos, la Catedral del Mar , de Ildefonso Falcones, y antes paseaba por toda Astorga, que es preciosa, por las murallas. Ahora no puedo. La televisión me gusta menos, pero leo todos los periódicos, incluido el Diario de León y El Faro . Estoy como una rosa, me he cuidado siempre mucho y no hablo mal de nadie, no es mi estilo. No tomo medicamentos, solo una pastilla para dormir».