La ingeniería conquista Tierra de Campos
La plataforma perforadora de 45 metros de altura ya ha sondeado 1.700 metros de los 2.200 metros de subsuelo, que Endesa está analizando en Villacalabuey en busca de formaciones para almacenar C0. 2.
Los operarios añaden un nuevo tramo, de nueve metros de largo, a la broca de la plataforma, que ya ha rebasado los 1.700 metros de profundidad.
Como si del desierto de Arabia se tratara, una perforada de 45 metros se ha colado en el paisaje de Villacalabuey para realizar un sondeo de 2.200 metros de profundidad, pero no en busca de petróleo, sino para una investigación científica en busca de terreno apto para almacenar C02.
La planta tienen las mismas características que otras que buscan petróleo en los mares del norte, en Venezuela o en Arabia Saudí. Maquinaria altamente automatizada con procedencia noruega, capaz de perforar 12 metros a la hora con ángulos de desviación inferiores a dos grados y comandada por un docena de personas de diversas nacionalidades.
Un gigantesco taladro capaz de levantar y hacer girar a más de 60 revoluciones por minuto más de 150 toneladas de broca, rellenas de agua y lubricantes, compuesta por tubos de nueve metros, que se empalman cada dos horas aproximadamente.
Cuatro potentes generadores la mueven, dos enormes bombas suministran el agua, cuenta con decantadores de lodos y detritos, grúas de 40 metros para cambiar los tubos y un potente sistema hidráulico de sellado que evita cualquier fuga.
Además cada paso de la operación se monotoriza desde la superficie gracias a los cuatro sensores que incorpora la cabeza de la broca y se almacenan los datos para su análisis. Sólo en la cabina de mando se controlan más de 20 parámetros operacionales como profundidad, velocidad, presión, vibración o temperatura.
A estrenar. Villacalabuey es el primer destino de esta plataforma, pero una vez concluida su misión se desplazará a Almanza, Cea y Gordaliza del Pino, siempre que los resultados sean positivos. Hasta ahora ya ha perforado 1.700 metros, funcionando de forma ininterrumpida las 24 horas del día. Todo bajo la supervisión de expertos con más de 40 años de experiencia, que señalan que la operación es sencilla porque «la roca no es dura».
No obstante, además de los trabajadores de la multinacional Weatherford, que se mueven a cada destino con la torre, gran parte de la fuerza laboral procede de empresas locales. Los suministros de seguridad, transporte, catering, alojamiento, seguridad o los trabajos de obra civil se contratan con mano de obra de local.
Una inyección económica en el corazón de Tierra de Campos a través de una aguja de cientos de toneladas y más de 1.500 metros de largo.
El primer testigo, en Madrid. La investigación marcha a buen ritmo en Villacalabuey. El pasado miércoles, los operarios de la planta lograban alcanzar la cota para el primer testigo, que ya está camino de Madrid para su análisis.
Según explicó ayer el subdirector del departamento de I+D de Endesa, Juan Carlos Ballesteros, durante una visita a la plataforma, el miércoles se logró extraer con éxito una muestra de terreno arcilloso muy compacto de nueve metros de largo. La prueba fue enviada a la capital de España para su estudio en perfectas condiciones de embalaje, que garanticen su conservación en unas condiciones idóneas de presión, humedad o temperatura.
Según Ballesteros, se trata de una muestra de una edad geológica de unos 60 millones de años de vital importancia para la investigación. La prueba corresponde a la capa que debería servir de sellado superior al almacén por lo que su estructura debe ser muy compacta.
Ballesteros explica la función de esta capa a través del símil con la alfarería en la que se emplea arcilla por su casi nula porosidad.
No obstante, los primeros datos fiables sobre este primer testigo pueden tardar en llegar de dos a tres meses, plazo mínimos para concluir todos los ensayos.