Jorge Miranda fue el encargado de dar la bienvenida a sus majestades

El protocolo -que es algo que los mayores tienen como muy importante- estableció que las autoridades municipales fueran las encargadas de dar la bienvenida a los Reyes Magos en la estación de Renfe, toda vez que la Mikado dejó en reposo sus caballos de vapor. Después de los abrazos y palmadas en la espalda -que para algo son ya conocidos- el honor de agasajar con unas palabras a sus majestades recayó en Jorge Miranda, ganador del concurso de cartas. El joven leonés fue escueto y conciso en sus peticiones, al tiempo que generoso. No era tarde para perder en pláticas, que había mucho trabajo que hacer antes de que acabase la noche, y los miembros del cortejo se encaminaron a la salida. Las otras cartas se las sabían de memoria.