Más de doscientos facultativos de todas las especialidades se suman a los once equipos Covid

La bomba sanitaria que azota al mundo ha dejado un rosario de contrastes. Del silencio y las calles fantasmagóricas de la ciudad al bullicio del Hospital, que en tiempo récord ha dado un vuelco a su forma tradicional de trabajar para enfrentarse a una pandemia desconocida de múltiples tentáculos.

Covid-19 ha cambiado todo. Desde la estructura hospitalaria, que se ha acomodado a la llegada masiva de enfermos con siete plantas del Virgen Blanca y cuatro del Princesa Sofía reconvertidas para pacientes con coronavirus, a las Urgencias, de donde se desplazó Pediatría y Ginecología para liberar espacio para los usuarios respiratorios y poder separarlos del resto de emergencias.

Sin embargo, la gran transformación, la de mayor envergadura, se ha producido en el modo de trabajo, con la creación de once equipos Covid de 14 personas, uno por planta, que pivotan sobre las espaldas de los especialistas de Medicina Interna, apoyados por los de Neumología, pero que se han abierto a todas las especialidades médicas y quirúrgicas. Así que por primera vez los facultativos de todo tipo (medicina nuclear, de obstetricia, vascular, cardiología, dermatología..). participan juntos en el control del virus y la atención a los enfermos.

De los 600 médicos del Hospital, más de 200 están integrando los equipos, para que sus respectivas áreas también queden atendidas y se puedan cubrir las bajas. «Se efectuó un llamamiento para los médicos que quisieran colaborar y la respuesta ha sido muy buena, porque con ese pull de profesionales de las especialidades médicas y quirúrgicas hemos dado cobertura asistencial. Ha sido un gesto de colaboración importante y muy generoso», explica el director médico, Juan Ortiz de Saracho, quien también indica que el sistema de trabajo es ahora por turnos, con cuatro mañanas, dos tardes y dos noches que se realizan por parejas, para que uno de los médicos vea al paciente y el otro le dé soporte.

Los equipos no Covid asumen el resto de la actividad hospitalaria «y tan importantes son para nosotros unos como otros», admite. A nivel orgánico, el resto del personal (enfermeros, auxiliares, celadores...) continúan con sus turnos, tras una formación propia sobre coronavirus que se les ha impartido. «El cambio significativo es en la plantilla médica, ya que antes se trabajaba por las mañanas o tardes más guardias y ahora por turnos», matiza.

Saracho valora que «gracias a que todo el mundo se ha puesto a trabajar en equipo se ha dado un vuelco al Hospital y se está prestando una atención de calidad a estos pacientes». Opina que desde el personal de admisión de Urgencias al de mantenimiento, el punto común de colaborar juntos» les ha permitido llegar más lejos en la gestión de la crisis.

«Cada uno ha puesto su granito de arena en la medida de sus posibilidades y el gerente, Alfonso Suárez, nos ha coordinado a las tres áreas de gestión, enfermería y médicos rompiendo muchas barreras estancas que antes existían». De modo que, «aunque es una situación de desgracia sanitaria, lo bueno es que nos ha permitido trabajar juntos y aprender mucho unos de otros. Habrá un antes y un después».

En las UCIs también se han formado otros equipos específicos abiertos a los especialistas, y se han habilitado varios quirófanos como Unidades de Cuidados Intensivos ante la presión de ingresos. Si la curva de nuevos casos sigue con una tendencia a la baja, aunque se puedan producir dientes de sierra, Sanidad considera que el sistema «no colapsará». De gran alivio ha sido también el Monte San Isidro, donde se derivan casos Covid, sobre todo, de personas mayores y crónicos.

Como refuerzo, esta semana llegaron los test rápidos para intentar saber quién es positivo en una enfermedad que ya ha dejado más de 200 muertos en León y miles de contagiados, aunque los confirmados se sitúen en más de 1.400.