El paso a nivel del Crucero se eliminará a finales de año y se prolongará Ordoño II
El escenario mil veces contado ya tiene tiempo. Con la finalización de la estación provisional prevista para el último trimestre del año -”lo que permitirá que los trenes lleguen a 100 metros de la terminal actual, salgan en retroceso por el Enlace Sur y no tengan que atravesar el resto de la ciudad-” el finiquito del paso a nivel del Crucero es cosa de firmar un papel, más si cabe cuando las elecciones se anuncian a la vuelta de la primavera del 2011. Un hito que fue bandera de las reivindicaciones ciudadanas y con el que se permitirá conseguir la ansiada prolongación de Ordoño II: la cicatrización para empezar a unir la ciudad repartida en las dos márgenes del Bernesga.
El resto del calendario de trabajos y su parcelación por tramos de soterramiento no está todavía definido, aunque la construcción de los andenes de la estación, donde se habilitarán cuatro vías en ancho europeo para el AVE y dos de europeo, es una de las prioridades.
El horizonte de tramitación despeja nubes desde que esta pasada semana el Ministerio de Fomento decidiera sacar a exposición pública la ampliación del soterramiento. Resueltas las alegaciones que se presenten, el avance para la licitación y adjudicación de las obras dependerá de la premura que quieran imprimir al proyecto los responsables del Gobierno central.
Sería incongruente que ahora se optara por ralentizar una infraestructura que el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero apostó por convertir en más de 2,6 kilómetros de soterramiento, en vez de los 450 metros -”poco más allá del paso a nivel del Crucero-” que había planteados en el año 2002 con el PP de José María Aznar. El impulso al proyecto, rubricado en León en el 2007 por el propio presidente del Gobierno y la ex ministra de Fomento Magdalena Álvarez, se acompañó con el compromiso explícito de que el Estado asumiría el sobre coste: los cerca de 146 millones que van de los 122 millones planteados de entrada hasta los 266 millones que se calcula en la actualidad que costará ocultar la traza hasta un poco más allá de la calle Voluntario Ángel Soto, desde donde empezará a emerger apantallado con el fin de que en el cruce con el paso elevado de la calle Azorín se pueda rebajar la cota a poco más de 3 metros.