El PP del Senado sanciona a Morano y él dice que «ser democrático» no lo merece

El Grupo Popular en el Senado aplicará la sanción económica habitual a los seis senadores, entre ellos el leonés Juan Morano, que rompieron la disciplina de voto en el debate en el pleno del Senado de las enmiendas presentadas a los Presupuestos Generales del Estado para 2012. Fuentes de este grupo confirmaron a Efe que se trata del senador por León Juan Morano y los tres parlamentarios del PAR integrados en el PP del Senado -María Jesús Burró (Huesca), José María Fuster (Teruel) y Rosa Santos (Zaragoza)- que apoyaron con su voto las enmiendas de la oposición para mantener las ayudas a la minería del carbón.

Asimismo, se sancionará a las senadoras canarias del partido Centro Canario Nacionalista, que acudió en coalición con el PP a las elecciones, Luz Marina Socas y María del Carmen Suárez, que apoyaron enmiendas del grupo Mixto relacionadas con Canarias en contra del criterio de su grupo parlamentario. La decisión de aplicar la sanción a los seis senadores se adoptó en la reunión que mantuvo el pasado jueves la dirección del grupo Popular en el Senado, indicaron las fuentes.

Miembros del grupo popular que fueron anteriormente sancionados precisaron que, habitualmente, este tipo de sanciones llevan aparejadas una multa de 150 euros, aunque otras fuentes aseguran que en el caso de Morano, que rompió once veces con sendas votaciones la disciplina de voto podría llegar hasta los 2.000 euros. El senador leonés declaró ayer que aún no había sido informado de la sanción y que su comportamiento fue «absolutamente democrático y libre» y que, por lo tanto, «eso no es sancionable».

El senador leonés asegura que cuando conozca los detalles de la sanción tendrá «motivos y razones» para opinar, si bien apostilló que no cree que haya «ninguna razón» para sancionarle y quiere saber si el castigo se llevará finalmente a efecto.

Por su parte, el presidente del Comité Nacional de Derechos y Garantías del PP, Alfonso Fernández Mañueco, ayer que «la disciplina» de voto entre los parlamentarios de su partido, «como concepto ético, obliga a todos».