El Gobierno pretende prorrogar el estado de alarma hasta finales de junio

El Gobierno sigue adelante con su hoja de ruta para la desescalada y mantendrá el estado de alarma hasta alcanzar la "nueva normalidad". El Ejecutivo desoye así el últimatum del PNV y Ciudadanos, que el pasado miércoles respaldaron 'in extremis' en el Congreso la última prórroga bajo la advertencia de que Pedro Sánchez debía buscar una alternativa jurídica en estos quince días. Pero no entra en los planes del presidente del Gobierno, al menos de momento, buscar nuevas fórmulas. Sánchez defiende que seguirá apoyándose en este mecanismo constitucional mientras siga siendo necesario restringir la libre circulación de los ciudadanos y limitar el derecho de reunión para frenar el virus. "El estado de alarma en este proceso de desescalada es fundamental y prioritario", aseveró hoy Sánchez.

El jefe del Ejecutivo admitió que los mecanismos excepcionales "deberán limitar su vigencia", pero el plan diseñado por el Ejecutivo, que prevé culminar la desescalada a finales de junio, implica restricciones de movimientos y limita las reuniones a lo largo de sus cuatro fases. Y esto, apuntó el líder socialista, solo es posible invocando el artículo 116 de la Constitución. "Solamente el estado de alarma garantiza que podamos restringir esos dos derechos fundamentales para salvaguardar otros que son prioritarios en esta emergencia como el de la salud pública y salvar vidas", remarcó.

Pero las sucesivas prórrogas que Sánchez pretende pedir no impedirán que se produzca una "desescalada institucional" para ir modulando la situación de excepcionalidad en la que los territorios ganarán más peso. "Va a haber distintos estados de alarma. Ya estamos viendo distintos estados de alarma", aseguró el líder del Ejecutivo, aludiendo a la entrada el lunes de la llamada fase 1, que permitirá a a casi la mitad del país mantener reuniones de hasta diez personas, acudir a comercios cuya superficie sea menor de 400 metros cuadrados y disfrutar, con limitaciones, de actividades culturales en museos y bibliotecas.

Durante su comparecencia, el presidente subrayó, sobre todo, la importancia de extremar la "prudencia" y de "seguir a rajatabla" las medidas impuestas en cada territorio para emprender con seguridad el desconfinamiento. "Pido cautela a quienes entran en la fase 1. El virus -explicó- no ha desaparecido. Sigue ahí, al acecho". Por eso se ha requerido a las comunidades potenciar la atención primaria y afianzar las capacidades del sistema hospitalario como requisito para saltar de fase.

"Despolitizar" la pandemia

Sánchez eludió las críticas de aquellos territorios que se mantendrán al menos otra semana más en la fase inicial de la desescalada e insistió en que la estrategia de su Gobierno en la gestión de la crisis se basa, además de en "la prudencia y en el criterio de los expertos", en "no polemizar con otras administraciones" y "despolitizar la emergencia sanitaria". Así el jefe del Ejecutivo rechazó toda confrontación política con el presidente de la Generalitat, Quim Torra, o con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, de quienes se considerado "un aliado" frente a la Covid-19. Sánchez, que defendió una vez más la "transparencia" de su Ejecutivo durante la crisis del coronavirus, no quiso revelar los nombres de los científicos y técnicos responsables de la gestión sanitaria como le han pedido el PP y Vox. El director del Centro de Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, argumentó en cu comparecencia previa que esta ocultación se justifica para blindar a estos cargos de presiones. "Estamos siendo asesorados por expertos de una extraordinaria calidad" zanjó el socialista.

El jefe del Ejecutivo aprovechó su intervención para confirmar a Esquerra que mantendrá la mayoría que le otorgó la investidura el pasado mes de enero y que la mesa de diálogo pactada a cambio de su abstención se reunirá cuando se recupere la normalidad. "Nuestra prioridad y nuestra ideología -señaló- es salvar vidas".

Sánchez pidió también colaboración y unidad a las fuerzas políticas para que trabajen juntas en la comisión parlamentaria que abordará la reconstrucción social y económica del país después de la pandemia. El líder del PSOE adelantó además la puesta en marcha de una mesa paralela con los agentes sociales para intentar alcanzar un pacto en el ámbito del mercado de trabajo para amortiguar la crisis que vendrá derivadas de la emergencia sanitaria.