La teleterapia rasga el doble encierro de la enfermedad mental en León

Algunos prefieren no salir por el miedo a contagiarse, a otros se les ha agudizado la enfermedad mental que padecían con más ansiedad y fobias, en algún caso ha sido imposible mantenerse en el proyecto... La mayoría, resiste. Al Covid y a los rigores del doble encierro.

Alfaem Salud Mental León ha abierto ventanas físicas y virtuales para sobrellevar el confinamiento de las 356 personas con problemas de salud mental que atiende a diario. Activos en Casa, un programa de atención a través de ocho canales temáticos de vídeos, es la alternativa al cierre de los centros de día y ocupacional, así como de otras programas de atención domiciliaria, suspendidos por el confinamiento del coronavirus.

El 60% de estas personas tienen acceso a WhatsApp para recibir los vídeos que elaboran los profesionales y se distribuyen a través de una lista. En lugar de ir al centro de día aprenden a través de You Tube a hacer pan de espelta y germinados para mejorar su dieta, a transformar en flores las hueveras de cartón y mantienen activos su cuerpo y su mente con ejercicios de psicomotricidad y memoria.

En definitiva,recetas parecidas a las que ha experimentado una gran parte de la población para resistir el envite del encierro y fortalecer su salud mental. Quizá la diferencia estribe en cuántas personas han podido disfrutar de la nueva modalidad de atención psicosocial.

La brecha digital es desigual entre este grupo de población vulnerable, unas veces por carencia de medios y otras por resistencia al cambio y a su manejo. El Covid-19 ha puesto delante de Alfaem Salud Mental un nuevo reto para superar esta brecha y una herramienta novedosa y pionera para acercar la teleterapia.

En el área de empleo, el 97% de las personas usan WhatsApp mientras que son tan solo el 31% entre las que acuden al centro ocupacional y laboral La Senda. Por zonas también hay muchas diferencias. En Astorga tan solo el 29% de las personas que usan el Spap (Servicio de Promoción de la Autonomía Personal) en Alfaem están conectadas por esta red social, el 9% del programa de apoyo a las familias y el 56% en el de acompañamiento integral. En Ponferrada varían del 30% en el centro ocupacional El Valle al 97% del sector de empleo y un 71% en el Spap. En Villablino, el 50% de las familias del programa de apoyo tienen acceso, el 100% en el de acompañamiento integral y el 90% en el Spap. Las dos familias del programa de escuela de familias son las únicas que carecen de este acceso.

El trabajo de recogida de datos fue laborioso. Hace dos semanas se puso en marcha esta nueva modalidad de atención que «seguramente ha llegado para quedarse como ocurrirá con el teletrabajo», vaticina Rosa Conde, gerente de Alfaem.

Ocho temáticas diferentes dan respuesta a los problemas de ansiedad y buscan cultivar el pensamiento positivo frente a la adversidad con «consejos que valen para cualquiera», porque como apunta Conde, «¿quién no ha pasado miedo, ansiedad o depresión durante estos días?».

El canal receta se ha convertido en un ‘anti-masterchef’. Todo el mundo participa y nadie es expulsado. El resultado lo degustan en familia y lo presentan con orgullo con fotos y vídeos también caseros. ¿Y quién no ha aprendido a cocinar algo nuevo en esta era del Covid-19?

El canal de psicomotricidad cultiva las habilidades, el de estimulación cognitiva no olvida la importancia de concentrarse, el grupo de Mentegoles, que había conseguido canalizar el ejercicio físico a través del fútbol, entrena en el canal de actividad física y deportiva —con ejercicios apropiados—para mantenerse en forma.

Otro circuito de vídeos contiene consejos de alimentación y hábitos saludables pues, si nadie tiene que bajar la guardia en este terreno, cuando se es paciente psiquiátrico medicado el cuidado de la salud es fundamental. Y otra serie de vídeos dedicados a la higiene y hábitos específicos frente al Covid-19 también resulta útil para cualquier persona.

Para quienes no pueden conectarse se ha recurrido a cuadernos de actividades específicas de estimulación cognitiva, lengua, geografía... «Se los envíamos por mensajería o se desplazan los técnicos a sus domicilios, según las posibilidades», explica.

Las personas con problemas de salud son ‘expertas’ en confinamiento. El encierro del Covid llegó cuando se iban a cumplir 28 años de Alfaem y otros tantos de la reforma psiquiátrica que supuso abrir las puertas de la sociedad a las personas que viven un encierro más feroz, el de la enfermedad mental.

La residencia de la Fundación Alfaem en León, donde viven 40 personas con problemas de salud mental, cerró sus puertas el 7 de marzo y los residentes dejaron de asistir al centro ocupacional y el centro especial de empleo en San Cayetano.

«Cerrar los servicios y ser prudentes nos ha ayudado a estar sin Covid», afirma la gerente de Alfaem, Rosa Conde. Cincuenta y cinco días después tanto la residencia como las 18 viviendas tuteladas (14 en León y cuatro en Ponferrada) están libres de coronavirus. «Vamos aguantando», añade.

Para ‘romper’ las rejas del encierro en la residencia trabajan en el jardín o juegan a la teja; pasean con sus cuidadores y también reciben la teleterapia. Y un poco más. Los primeros días fueron un shock. Cambiar las rutinas de las personas con enfermedad mental siempre es un reto y con el movimiento mermado lo fue más. «Nos ayudó la estructura de la residencia que tiene todas las habitaciones individuales menos cuatro y cuenta con un pequeño jardín al que pueden salir a cuidar las plantas o a jugar», explica.

Salen a fumar de tres en o tres o cuatro personas a la vez. Se mantiene la distancia y llevan su mascarilla cuando juegan a la teja, para hacer que los días de la semana tengan un poco más de sentido.

Actividades que habitualmente realizan las personas que conviven en estos pisos, en pro de su propia autonomía, quedaron en manos del equipo de apoyo. «Para que no salieran les llevan la compra y lo que necesiten», explica la gerente de Alfaem.

«El personal se ha volcado para poder salir del Covid», subraya. También se han sentido arropados por los servicios de salud. «Nos han llamado no sólo para recoger datos a diario, también se han hecho muchas consultas online. «Nos hemos tenido que reinventar», comenta la gerente. «A todo el mundo nos va a dejar un huella psicológica esta crisis del Covid-19 y quizá es el momento de aprender a valorar a las personas sin estigmas ni dobleces», afirma Rosa Conde.