Zapatero: «El feminismo no es una ideología, como dicen los neoreaccionarios»

En contra de la máxima de que quien es feminista y no es comunista , carece de estrategia; y que quien es comunista y no es feminista, carece de profundidad, José Luis Rodríguez Zapatero sacó ayer ese movimiento de la definición ideológica. «El feminismo no es una ideología, tal y como predican muchos neoreaccionarios», opuso el ex presidente del Gobierno, estrella en un evento organizado por el Partido Socialista en la antesala del 8 de marzo. «No es ideología, es filosofía, la última gran consecuencia de la revolución», apreció Zapatero para el centenar de asistentes convocados por Diálogos para el feminismo. Y recordó que los dos grandes movimientos políticos del siglo XX, el liberalismo y el marxismo, solo confluyeron a la hora de aplicar la marginación a las mujeres. El ex presidente del Gobierno formó parte de un cuarteto de debate, que juntó en el estrado del sótano de Botines al líder del socialismo provincial, Javier Alfonso Cendón, la diputada Andrea Fernández y la alcaldesa de Bembibre, Silvia Cao. «Es nuestra obligación conciliar apoyos en este campo, con la educación, que es la palabra, con el compromiso, que es la actitud», arengó Zapatero, que volvió a elevar sus políticas de igualdad a la cima de todas las que llegó a aplicar desde La Moncloa, desde la más temprana época del Gobierno de España, que rememoró con un nostálgico «si volviera» «no crearía el ministerio de igualdad, sería contra la discriminación, más contundente».

«La tarea de las tareas, erradicar la violencia machista», invocó, con reconocimiento para el empeño que puso el PSOE en tomar el liderazgo de las políticas de igualdad. «La igualdad es la contraseña de la democracia», afirmó antes de recordar aquel camino que emprendió en 2004, con la ley integral contra la violencia de género que «abrió una etapa de lucha». «Me siento orgullo de haber posibilitado los permisos de paternidad, que igualan el derecho y del deber de los padres y las madres en el cuidado de los hijos». Del mismo modo que no ocultó el bochorno que le produce recordar haber compartido chistes machistas, avergonzado, por el caldo de cultivo de una cultura de insensibilidad, de no apreciar la visión de la vida «que el feminismo aporta».

«Los más reaccionarios siempre se han movido contra los derechos de las mujeres», reflexionó al hilo del peligro de una involución, que no deja de ser improbable. «Tengo confianza en estos políticos jóvenes; los veo, me veo a esa edad, y digo, son ellos mejores; y ellas, ni decir». Un aplauso atronador inundó entonces la estancia. «Hay una gran responsabilidad», arengó, insistió de nuevo el ex presidente del Gobierno. «Bienvenidos, machistas arrepentidos», concluyó, después de recibir el agradecimiento expreso de los ponentes por haber abierto la vía legislativa de esta lucha, de esta causa: «Yo soy feminista, por mi madre, pero también por José Luis», recordó Cendón.