El Banco de Tierras recupera 220 hectáreas de viñedos centenarios

Hasta 220 hectáreas de viñedos viejos, centenarios o a punto de serlo, en seis años. Son las cifras de terrenos dedicados al cultivo de la vid que el Banco de Tierras del Consejo del Bierzo ha evitado que sean abandonadas por sus propietarios desde el año 2015. El Consejo, con el apoyo de la Denominación de Origen (DO) de los Vinos del Bierzo y de la Asociación Berciana de Agricultores (ABA) ha iniciado una nueva campaña para que aqueños dueños de fincas que ya no quieran o no puedan seguir cuidando las cepas las arrienden o incluso las vendas a viticultores más jóvenes, interesados en ampliar su actividad.

La nueva campaña reunió ayer en la sede del Consejo del Bierzo al presidente de la institución, Gerardo Álvarez Courel, a la presidenta en funciones del Consejo Regulador de la DO, Misericordia Bello, en uno de sus últimos actos públicos antes de su relevo por Adelino Pérez y al director técnico de ABA Pablo Linares. Todos animaron a los propietarios de viñedos viejos a ponerse en contacto con el Banco de Tierras si tienen pensado dejar de producir vino esta temporada. La sexta campaña de recuperación del viñedo viejo se prolongará hasta el mes de marzo de 2022, fecha, recordó Courel, en que las parcelas arrendadas o vendidas —un diez por ciento del total hasta ahora— ya estén adjudicadas a sus nuevos propietarios o cultivadores.

El perfil del propietario se corresponde con una persona mayor, que ya no puede hacerse cargo de unas fincas recibidas en muchos casos a través de una herencia familiar. Los arrendatarios, explicó Courel, suelen ser gente joven, con viñedos en cultivo que venden la uva a bodegas adscritas a la DO Bierzo y con ganas de ampliar su explotaciones.

Misericordia Bello valoró además la importancia que la recuperación del viñedo tiene sobre el paisaje del Bierzo. «Son 220 hectáreas salpicadas por el Bierzo en pequeñas parcelas» resaltó.

Peligro de los parques eólicos

Bello, como Linares, alertó además del enorme impacto visual que pueden tener los macroproyectos de parques eólicos en la comarca, en primer lugar para el enoturismo. Recordó la todavía presidenta de la DO que el Consejo Regulador ha presentado alegaciones contra la avalancha de parques eólicos. Bello se mostró alarmada por el impacto de las líneas de evacuación, con sus torres de alta tensión, en los propios viñedos de la comarca. porque pueden «destrozarlos», afirmó.

En la misma línea se expresó el representante de la asociación de agricultores. Pablo Linares recordó que la agricultura está ligada al turismo y no sería una buena imagen que al final de una ladera de viñedos encontrarse con una hilera de molinos de viento. «No solo son los parques, también está la red de torres de alta tensión», necesaria para evacuar la electricidad que generen los parques y llevarla hasta la Red Eléctrica.

Aunque todavía no está ocurriendo en el Bierzo, Linares sí advirtió de que en otros puntos de la provincia, la proliferación de parques eólicos y fotovoltáicos está encarciendo el suelo y alejando a los agricultores de su actividad. Linares reclamó una reflexión para plantearse «si este modelo es justo, si sirve para solucionar el problema de la energía en este país o para aportar soluciones a la llamada España Vaciada», o por el contrario va a suponer un problema añadido en territorios que están sufriendo la despoblación