El Bierzo se consolida como destino preferente de los inversores del vino

En el año 2016, la bodega vallisoletana Emilio Moro (Ribera de Duero) desembarcó en el Bierzo con un proyecto propio para la elaboración de su primer vino blanco monovarietal de Godello. Cinco años después, otros grupos empresariales españoles de regiones vitivinícolas fuertes han apostado igualmente por el terruño, el carácter y la identidad de los vinos que se elaboran en una comarca que ha escalado posiciones hasta convertirse en «el sitio más interesante de España para explorar y hacer cosas diversas. Es un cocedero de nuevos productores». Lo dice la enóloga de la bodega cordobesa Toro Albalá Fátima Ceballos. Ella ha sido la encargada de pilotar el proyecto de desembarco de este grupo vitivinícola en el Bierzo. La de 2021 ha sido su primera vendimia a pequeña escala y el resultado se podrá probar en un par de años. También la última fue la primera campana como parte de la DO Bierzo de Bodegas Mauro (Ribera de Duero), que ya ha adquirido una casona en Villafranca del Bierzo para construir bodega propia.

«El Bierzo dispone de unas condiciones específicas de clima, suelo y variedad que lo hacen ideal para elaborar vinos distintivos y finos con una clara impronta atlántica», apuntó el director de la bodega de Ribera de Duero, Mauro Alberto García Montaña. Desde el año 2013, este grupo elabora un godello con uvas bercianas que comercializa como vino de la tierra de Castilla y León y, este año, se ha dado de alta en el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Bierzo para producir vinos tintos de Mencía. 15.000 kilos salidos de parte de las cinco hectáreas y media de viñedos propios en Villafranca y Valtuille de Arriba que ya están iniciando su crianza en madera. «Nuestra idea es desarrollar un proyecto pequeño que no supere las 25.000 botellas anuales», explicó García Montaña.

La incursión de Toro Albalá en el Bierzo es significativa porque se trata de la primera vez en su historia que esta bodega elabora vinos fuera de Córdoba, con una uva diferente a la suya autóctona (Pedro Ximénez) y tinta. «La bodega quería hacer algo fuera de la Denominación Montilla-Moriles y con tinto, porque nosotros elaboramos blancos. Una de las zonas que más nos atraía era el Bierzo, por la gran diversidad de suelo que hay, por el paisaje, porque es un cocedero de nuevos productores, de muchos productores que han ido allí, y porque va mucho con la filosofía de lo que nosotros buscamos de vinos con mucha identidad», aseguró la enóloga Fátima Ceballos. «A los que nos dedicamos a esto de la viticultura y la enología el Bierzo nos atrae muchísimo. Es imposible que a alguien del sector no le interese», concluyó.

De momento, la primera producción de Toro Albalá es de 5.000 litros. «Este año ha sido para experimentar. Quería probar zonas diferentes del Bierzo y, durante mis visitas, elegí varias parcelas de varios viticultores con viñedo muy viejo en ladera. Hemos microvinificado en cinco parajes que nos llamaron mucho la atención por su ubicación, la altitud, el suelo y también por la exposición», detalló Ceballos. Son parecelas en Toral de Merayo, Castro Ventosa y en el límite entre Otero y Corullón.

Los primeros vinos de Toro Albará se elaboran en la bodega que el enólogo Raúl Pérez tiene en Cacabelos. Él les ha acogido en la fase inicial de un proyecto que aspira a tener bodega propia. «De momento, compramos la uva a viticultores establecidos de los que también aprendemos mucho, pero en un futuro medio seguramente también entre la posibilidad de adquirir viñedo», aseguró la enóloga, sin querer dar más detalles del plan de negocio diseñado, pero sí asegurando que la idea es contar con instalaciones propias para cuando salga al mecado su primer o sus primeros vinos Bierzo.

«La idea no es agrandar mucho, pero sí pasar de microvinificaciones a vinificaciones más grandes. No serán grandes producciones porque es un proyecto pequeño. Toro Albalá tiene la filosofía de hacerlo muy bien buscando la excelencia y desde poco, aprendiendo de la tierra», afirmó.

Bodegas Mauro va más deprisa y ya está en proceso de ejecución y rehabilitación de una bodega de vinificación y crianza en Villafranca, donde ha adquirido una casona y el edificio anexo. «Será una contrucción funcional que respete la arquitectura tradicional de esta zona berciana, con fachada empedrada, balconada típica y cubiertas de pizarra y madera», explicó el director de la bodega.

Los objetivos de Mauro en la comarca están bien definidos y en total consonancia con los pilares que sostienen la DO Bierzo: «Un viñedo, una bodega y un vino para disfrutar, compartir experiencias y aprender», dijo Mauro Alberto García Montaña. El suyo es un proyecto familiar y limitado que apuesta por «la excelencia, la vinculación al territorio y el cultivo ecológico». «Pretendemos trasladar a la botella nuestra experiencia y conocimiento de un vino monovarietal Mencía y parcelario en el que buscamos equilibrio, profundida aromática y textura sedosa», explicó.

Sus retos a corto y medio plazo pasaron por «acabar la bodega, consolidar las nuevas plantaciones, desarrollar la marca y abrir a mercados exteriores», explicó.