Diario de León

Charcas para ranas en Tejeira

Voluntarios naturalistas retiran el barro de las pozas con el que los vecinos del pueblo de Ancares hacían hornos para el pan y facilitaba la vida del anfibio común.

Voluntarios ampliaron el fin de semana pozas en Tejeira (Villafranca) para favorecer la vida de las ranas.

Voluntarios ampliaron el fin de semana pozas en Tejeira (Villafranca) para favorecer la vida de las ranas.

Publicado por
M. Félix | Ponferrada
Ponferrada

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Eran charcas o pozas de donde los lugareños de Tejeira —en los Ancares de Villafranca del Bierzo— sacaban un barro que luego utilizaban para construir hornos de cocer el pan en el pueblo. Durante generaciones se extrajo ese barro y ello favoreció la acumulación de agua estancada. Esto, a su vez, propició la colonización de varias especies de anfibios y reptiles.

Pero los tiempos han cambiado y los habitantes de la zona dejaron de sacar el barro para la cocción, porque el pan le llegaba a casa en furgonetas. Fue así como las charcas o pozas empezaron a mermar y con ello la pérdida de un tipo de rana, la pelophylax perezi o rana común de color verde.

La perezi es la única variedad que se da en la vertiente del río Burbia en Ancares y por eso, el pasado fin de semana, un grupo de voluntarios decidieron ponerse manos a la obra y acometer trabajos de ampliación de estas charcas de barro. Todo con el objeto de facilitar la acumulación de agua durante todo el año para que vuelva a proliferar este tipo de anfibios.

«Como es la única localidad en una zona tan rica en anfibios, lo que pretendemos es fomentar esta especie o por lo menos evitar que se extinga, porque la situación ahora es muy mala y es cada vez menos viable su reproducción», advertía José Eduardo Nieto, más conocido como Pepo Nieto, experto naturalista que se encuentra elaborando por su cuenta un atlas de anfibios y reptiles.

Vallado la vacuno

Además de facilitar todo el proceso de la vida para las larvas de rana con el ensanchamiento de las charcas, los voluntarios también adoptaron medidas para que la ganadería de la zona no arrase este tipo de lodazal. «Hay un montón de cabezas de vacuno que lo pisan todo y muchas veces los excrementos eutrofizan el agua y perjudican a las larvas de anfibios», explica el naturalista. Por eso vallaron algunas charcas de un terreno perteneciente a la junta vecinal de Tejeira. Según explica el concejal José Luis Prieto Gaztelumendi, este proceso de recuperación —bautizado con el nombre de «charcas con vida»— es posible gracias al convenio que han suscrito el Ayuntamiento de Villafranca, la Junta Vecinal de Tejeira y las dos asociaciones del Proyecto Ríos de Galicia y Bierzo-Laciana. En la iniciativa participan 25 voluntarios de la asociación Adega.

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