Diario de León

Un relato sin ficción

Clamor de una madre tras el intento de suicidio de su hijo por acoso

La mujer acude al Juzgado y Forensía y solicita que lo trasladen del centro educativo de Cacabelos

Imagen de un joven de la misma edad que la víctima del caso de acoso en el Bierzo. SLIGHTLY_DIFFERENT

Imagen de un joven de la misma edad que la víctima del caso de acoso en el Bierzo. SLIGHTLY_DIFFERENT

Ponferrada

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Sucedía a eso de las tres de la madrugada del pasado miércoles 16 de marzo. La madre del menor escuchó en casa el ruido de la apertura de una persiana y luego la ventana, saltó de la cama y se encontró a su hijo de 13 años en pijama con los pies colgando hacia el exterior. Sin más, se abalanzó sobre él y logró introducirlo de nuevo en el apartamento en el que ambos residen.

Su hijo quiso quitarse la vida. Ese mismo miércoles 16 de marzo tenía una cita de confrontación con su presunto acosador en el centro educativo en el que cursa primero de la ESO.

La escena no es ficción. Es el relato hecho por una madre ayer jueves a este periódico, en presencia de autoridades judiciales a las que le expuso su caso y denunció la situación. La madre quiere hacer pública esta delicada situación para que le hicieran el caso debido y, especialmente porque ha visto que ha llegado a peligrar la vida de su hijo. Por eso, solicitó que trasladen al menor de edad a otro centro educativo próximo a Cacabelos, lugar en donde se produjeron estos acontecimientos.

El adolescente empezó de nuevo este año en el instituto, en primero de la ESO. Llegó de fuera. Todo iba bien hasta que, según denuncia y relata la madre ante las autoridades judiciales (hay denuncia del pasado miércoles en el Juzgado de Instrucción número 7 de Ponferrada), su hijo empezó a recibir insultos, amenazas e incluso agresiones.

El centro educativo tuvo conocimiento de lo sucedido por la madre. Al menor de edad le lanzaron un zumo a la cara y también le dieron una patada. Además se aludió a otro episodio de bullying diferente.

El centro escolar reunió a un grupo de alumnos y lo confrontaron con el escolar presuntamente acosado. «Mi hijo salió de esa reunión sintiéndose el gran mentiroso. Ahí quedó la cosa. Volvió a clases. Todo parecía tranquilo, pero el pasado lunes el chico conflictivo cogió por la nuca a mi hijo, le dio una patada y lo amenazó con un mechero, diciéndole que si se chivaba le iba a prender fuego. Todo por un asunto que empezó por quién delató la rotura de una pelota en el centro», explica la madre.

Dudaba darlo a conocer a la opinión pública, pero considera que es necesario en este momento, dado que el menor necesita más que nunca apoyo y ver que —en efecto— está recibiendo el respaldo necesario para que lo saquen del lugar donde está y volver a empezar en otro centro.

día fatídico

«Ese mismo miércoles que lo saqué y arrastré de la ventana estaba previsto el acto o la cita de confrontación con uno de los chavales que se mete con él y; luego, tras lo de la ventana, mi hijo me dijo que se sentía muy mal; que no quería darle más problemas y que se sentía muy pequeño; que nadie, salvo su madre, le estaba apoyando», cuenta la mujer, de la que este periódico preserva el anonimato de su identidad contrastada. Pero, pese al apoyo que le brindaba su madre, el menor de edad la alertó con otra frase que la conmovió y sigue retumbando en su cabeza: «El apoyo de su madre no le llega, quiere el apoyo del centro, en donde cree que pueden hacer algo más por darle una salida a este caso», advierte la mujer sin ánimo de polémicas. Al cierre de esta información, el caso estaba ya en vías de solución, al encontrarle plaza en otro centro.

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