El Consejo crea un ‘banco bueno’
Un Banco de Tierras administrará fincas en desuso en el Bierzo para que dueños y agricultores logren el mayor . rendimiento.
Un tractor, en medio de una plantación de manzanos.
La impresión de que el futuro puede volver a estar en el campo, más allá de que el sector agroalimentario aparezca en el Bierzo como el menos vapuleado por la crisis, es algo que pretende constatar de manera efectiva su Consejo Comarcal. La institución que preside el popular Alfonso Arias prevé poner en marcha antes de que finalice el año todos los mecanismos necesarios para la creación no de un «banco malo», como el que se ha puesto de moda para dar salida a los activos inmobiliarios tóxicos, sino de un «banco bueno».
Ese es el espíritu del Banco de Tierras del Bierzo, un proyecto que sólo está a la espera sobre el papel de la firma de un convenio de financiación con la Diputación. Aunque la institución provincial ya aprobó el pasado 25 de septiembre la aportación de 100.000 euros para la constitución de la iniciativa banquera. El principal objetivo del Banco de Tierras Comarcal será la recuperación de fincas de cultivo abandonadas. La propuesta consiste en la creación de un centro de intermediación de alquiler de terrenos con vocación agrícola, forestal, ganadera o mixta, así como de instalaciones vinculadas a las mismas.
De este modo se facilitaría el acceso a los «clientes» interesados en invertir en este tipo de explotaciones. Las fincas que pueden formar parte del banco, según reza el proyecto redactado por los técnicos del Consejo, son «todas aquellas susceptibles de tener un aprovechamiento agrícola, forestal, ganadero o mixto, así como los elementos vinculados a la misma, entendiendo por tales las casas de labor, las edificaciones y las dependencias, aunque sean colindantes».
La entidad tendrá un carácter público. Cualquier persona propietaria de terrenos agrícolas que desee sacarles un rendimiento totalmente garantizado, puede inscribir de forma voluntaria sus parcelas para permitir que sean arrendadas. De otro lado, aquellas personas que se dediquen a la agricultura y quieran aumentar su superficie agrícola (cooperativas, empresarios individuales) o pretendan dedicarse por primera vez al campo (jóvenes agricultores) pueden arrendar esas fincas, conociendo en todo momento cuáles están libres, en qué condiciones y por un «precio de mercado justo».
Ventajas mutuas y gratis
«El banco será una herramienta ágil dinamizadora del campo berciano que pretende reactivar la economía agrícola comarcal movilizando tierras fundamentalmente a través de arrendamientos», se recoge en los postulados del proyecto.
La iniciativa, por supuesto no es nueva. Se trata de una experiencia que ya está funcionando con relativo éxito en comunidades como Galicia, Asturias o el País Vasco. El Bierzo se contempla también como un buen caldo de cultivo para que despegue.
La sucursal del banco será la sede del Consejo en el Edificio Minero, que no cobrará comisiones por las gestiones de intermediación. El propietario arrendador que «ingrese» sus terrenos tendrá una garantía de cobro del precio y de devolución de su finca tras el periodo de arrendamiento. El arrendatario se aprovechará de un «precio justo de mercado», de un periodo mínimo de uso y de asesoramiento para la explotación. La entidad bancaria ofrece a ambos clientes una gestión integral de todos los trámites del alquiler o negocio jurídico —contratos, asesoramiento— y el seguimiento del arrendamiento durante su duración.