La D.O. Bierzo otorga la insignia de oro de su 20º aniversario a Herrera y Riesco

El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Bierzo entregará en la tercera semana de este mes la insignia de oro de la institución al presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, y al alcalde de Ponferrada, Carlos López Riesco. Es la máxima distinción de la denominación de origen que, hasta el momento, tan sólo tienen el periodista berciano, Luis del Olmo y el ex consejero de agricultura de la Junta, José Valín. Además, el consejo regulador de los vinos bercianos celebrará su vigésimo aniversario recuperando sus premios Gaucelmo. Los reconocimientos serán, en esta ocasión, para el jefe del Servicio Territorial de Agricultura de la Junta, Fidentino Reyero, y para el Consejo Comarcal del Bierzo.

El presidente del Consejo Regulador, Alfonso Arias, dio ayer a conocer el acuerdo plenario que otorgaba estas distinciones. Con la insignia de oro al presidente del gobierno autonómico, la institución agradece la apuesta personal de Herrera por la construcción de la sede de los vinos de calidad y su constante «apoyo al sector». El reconocimiento al alcalde de Ponferrada, Carlos López Riesco, premia una labor constante de promoción de los caldos de calidad a través de la Feria del Vino de Ponferrada y del más reciente Concurso de vinos del Noroeste.

Además, el Consejo Regulador recupera, en su vigésimo aniversario, sus tradicionales premios Gaucelmo, en reconocimiento al trabajo y promoción de personas e instituciones por los vinos del Bierzo. En esta ocasión serán para el jefe territorial de Agricultura de la Junta en la provincia, Fidentino Reyero, que durante sus diez años en el cargo ha sido un gran valedor de los vinos bercianos y «una persona dialogante y un gran apoyo para el consejo». El segundo premio Gaucelmo es para el Consejo Comarcal del Bierzo y destaca la apuesta de la institución por los productos bercianos, a través de las Jornadas Gastronómicas.

Por otra parte, el presidente del Consejo Regulador aprovechó su comparecencia para hacer balance de estas dos décadas de funcionamiento. Alfonso Arias aseguró que en estos veinte años han supuesto «un antes y un después para los caldos de calidad del Bierzo». Destacó la labor realizada por los viticultores y advirtió que, ahora, el gran reto de futuro es lograr consolidar la implantación de los vinos bercianos en los mercados nacionales e internacionales.