Diario de León

JESÚS ÁLVAREZ COUREL ■ PRIMER DIRECTOR DEL MUSEO

«El día que bajó la 31 supimos que nunca se haría el tren turístico»

Jesús Álvarez Courel, esta semana ante la Maffei 31 en el museo.

Jesús Álvarez Courel, esta semana ante la Maffei 31 en el museo.

Ponferrada

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Jesús Álvarez Courel no se muerde la lengua cuando se le pregunta por el museo que dirigió durante su primera década de actividad. «Hemos visto sacar una locomotora por el tejado y desaparecer tres locomotoras de ancho Renfe. Se las llevó Victorino Alonso después de un largo proceso judicial con el Ayuntamiento de Ponferrada en el que yo, como director, informé siempre negativamente». «Al final se levantó el portón y (Victorino Alonso) se llevó las tres locomotoras de ancho Renfe, una de ellas una Nasmith-Wilson de finales del siglo XIX , una pieza importante, a las que la Dirección General de Patrimonio y la Consejería de Cultura de la Junta de Castilla y León prestaron ninguna atención para declararlas BIC (Bien de Interés Cultural) y protegerlas», recuerda Courel, todavía dolido porque así se hubiera evitado la sentencia judicial que permitió al empresario minero llevárselas. «Hemos perdido ese material importante por la dejadez y negligencia de la Junta en protegerlo», insiste en otro momento. «El mayor causante es Enrique Saiz, director general de Patrimonio, que solo ha sido capaz de declarar BIC al Pozo Ibarra», añade.

Courel también lamenta la pérdida de otro material, como el furgón correo y dos furgones de mercancías, desguazado, pero con los elementos para su restauración. «Eso desapareció para convertir el museo en un mercadillo de ropa, con el consentimiento del alcalde, Carlos López Riesco y de la concejala Susana Téllez». A los dos los señala Courel por «hacer que desapareciera todo eso» en lugar de apostar por el proyecto de crear un módulo de la Escuela Taller dedicado a la madera y al metal «para restaurar esas piezas únicas».

A Courel no le gustó tampoco que trasladaran la locomotora 31 al Museo del Ferrocarril, en lugar de devolverla a Cubillos. «Es una pena. Me negué siempre a que esa locomotora bajara, dentro de mis posibilidades como director, precisamente porque el día en que bajara se abandonaba el tren turístico. El tren turístico nunca lo ha querido la Junta de Castilla y León, ni el presidente Herrera. Jamás lo han querido, y ningún político berciano ha apostado por él. El día que bajó la 31 tuvimos claro que no se iba a hacer nunca el tren turístico con el presidente Herrera», asegura. Y añade que «esta Junta no quiere el tren turístico», a pesar de que el actual consejero de Fomento, Juan Carlos Suárez-Quiñones «haya sido el que más haya hecho, aunque muy lento». Courel también entiende que desde el Consorcio del tren turístico tampoco se ha presentado «documentación suficiente que sirva de punto de arranque». Courel propone «un proyecto por tramos» con las estaciones convertidas centros de ocio, y que contara con cicloraíles y «un tren turístico a la carta; sentarse en un vagón de ese tren, hay que mentalizarse, puede costar de 80 a 100 euros». No es partidario de levantar los raíles y sustituirlo por una vía verde.

Y respalda la apertura de un museo sobre la tragedia de Torre del Bierzo de 1944.

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