Empujón turístico y sabor agridulce en el comercio local

Las valoraciones sobre los resultados del Mundial oscilaban ayer entre el optimismo por el empujón que la exposición de Ponferrada puede darle al sector turístico, e incluso a la agroalimentación, que ha promocionado sus productos aprovechando el acontecimiento, al sabor agridulce que ha dejado en el comercio, especialmente el del centro de la ciudad, que reconocía abiertamente y a través del portavoz de la asociación La Cebra, Felipe Álvarez, que han facturado menos dinero que en una semana normal durante la celebración del campeonato.

Nadie se atrevió ayer a criticar la organización, salvo aspectos puntuales como la necesidad de ofrecer más información sobre los atractivos turísticos de la ciudad, ni los beneficios que a corto y medio plazo puede traer, pero desde el propio Álvarez al presidente del Círculo Empresarial Leonés en el Bierzo, Manuel Castro, reconocía ayer que las expectativas de visitantes eran mayores, a pesar de que el alcalde, Samuel Folgueral, asegurara el pasado domingo que había cien mil personas en el entorno de la Burbuja que albergaba la línea de meta. La lluvia del último día, la crisis, y el temor, infundado según La Cebra, a que el circuito complicara la movilidad fueron ayer algunos de los argumentos esgrimidos para justificar la baja facturación. Otros, como el responsable de UGT, Omar Rodríguez, recordó que los espectadores de las pruebas ciclistas, no acuden a una ciudad para comprarse la ropa de temporada.