Diario de León

Entrevista

Iván Ferreiro: «Estamos en un momento cojonudo para la música»

Ferreiro actúa hoy a partir de las 22.30 horas en el Auditorio Municipal de Ponferrada

Ponferrada

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Casi tres años lleva Iván Ferreiro girando con Casa . Su último álbum, un disco de reencuentro consigo mismo que esta noche presenta en el Auditorio Municipal de Ponferrada. Antes, ha hablado con Diario de León.

—Casa es un concepto que engloba muchas cosas: familia, amigos, refugio, desconexión, paz. ¿Por qué 'Casa'?

—Como tu dices, abarca muchas cosas y todo visto en positivo. Me gustaba porque, por un lado, el disco lo fui haciendo en casa, mientras escribía iba grabando las maquetas. Por otro, tenía mucho que ver con mi momento vital y con los amigos, con la gente que pasa por aquí y con la gente que me ayuda hacer el disco. Casa también habla sobre el escenario. Al final, el escenario también es mi casa. Realmente, el concepto de hogar o de donde uno vive y de donde uno es pues es una cosa muy difusa y cuando estás bien, casa puede acabar siendo una furgoneta, un avión, los hoteles o los escenarios en los que toco. Dicen que uno es de donde le quieren y yo siento que me quieren en muchos sitios.

—¿Es más un sentimiento que una ubicación?¿Una vuelta al origen, quizás?¿Hay nostalgia en tus últimos trabajos? 'Cena recalentada' es también un viaje al pasado de Golpes Bajos.

— No. Más que con la nostalgia tiene que ver con lo contrario, con mirar hacia adelante y abandonar ciertas cosas de antes. El pasado siempre pesa de alguna forma, pero para mi Casa era más mirar hacia adelante que hacia atrás. Cuando hice el disco de Golpes Bajos también quería quitarme algo de encima, dejar algo solucionado y cerrar una etapa.

—¿Cómo ha cambiado Iván Ferreiro como artista?

—Pues no sabría decirte. Sí es cierto que noto muchas diferentes en como hago la música ahora y como la hacía antes, sobre todo como suena más que como la hago. Cuando estaba repasando las canciones para la gira, me di cuenta de lo distintos que suenan todos los discos y como Canciones para el tiempo y la distancia sonaba a super guarro y a casi low fi y como Casa, sin embargo, suena brillante y limpio. Pero no sabría decirte en qué he cambiado. No sé nada de la naturaleza del cambio de cómo suenan las casos. Creo que está ligado a mi forma de ver la vida personal. Crecemos y vamos cambiando cosas sin darnos cuenta.

—¿Es ese cambio o evolución lo que permite a un artista mantenerse tanto tiempo?

—Creo que hay que ir evolucionando y que el cambio es lo único que se mantiene estable en mi vida. Siempre he intentado hacer discos diferentes y es algo difícil porque, de alguna forma, hay cosas que son comunes en todas las canciones no. Pero estamos en un mercado difícil y hay que estar despierto, no te puedes quedar dormido, no puedes regocijarte en nada de lo que hayas hecho. Yo cada vez que termino algo, ya estoy pensando en cómo voy a hacer lo siguiente y creo que esa es la única forma de mantenerse vivo y no sólo en la música, sino en cualquier cosa. El mundo nos ha demostrado que no existe la estabilidad y que lo único que podemos hacer es como cuando vas en bicicleta. Cuando ruedas te puedes echar para los lados pero o vas hacia adelante o te vas a caer.

—Siempre hay irrenunciables. ¿Cuáles son los tuyos?

—Tengo que diferenciar dos partes. En la parte personal, son las personas que nos rodean y los afectos. Hay que ser leal y fiel a tus afectos. Y luego, en el caso de la música, siempre he creído que las canciones me iban a salvar la vida. Lo pensaba cuando tenía 10 años y lo sigo pensando ahora. Entonces, yo trato de no renunciar a las canciones y a hacer la mejor canción posible.

—Lo de hacer la mejor canción posible me lleva a hablar de calidades. ¿Ha perdido calidad la música en España?

—Yo creo que no, que al revés. Creo que se está haciendo mucha música y de muy buena calidad. Creo que estamos en una época buenísima y que no tenemos nada que envidiarle a los 80 ni a los 70 ni a los 90 a los 2000. Cada vez hay mejor música, sino mira Rosalía petando en Estados Unidos y mira los festivales donde hay grupos de todo tipo y con todo tipo de público. Es verdad que hay un montón de grupos que no me gustan, pero muchos de ellos funcionan muy bien y si algo te gusta es que hay alguna emoción escondida en esa canción. Puede que no me llegue a mí, pero a alguien le llega. Estamos en un momento cojonudo.

—Te sientes inspirador de muchas de las bandas que lo están petando ahora mismo?

—A veces me lo dicen y es precioso, pero yo veo la música como un trabajo colectivo. Puede que yo inspire a alguien, pero yo he sido inspirado por un montón de gente también. Ver la música como una carrera de fondo de alguien solo es un error. Todos influimos en los demás. Como empiezo a ser viejo, la gente me dice que influyo mucho, pero a mí la gente joven también me influye un montón y no me siento padre de nadie ni dueño de nada.

—En la gira con la que llegas a Ponferrada, ¿haces un viaje completo por ti mismo?

—Sí, creo que es un buen repaso de lo que he hecho. He tratado de que esté todo lo que más me apetecía tocar. Al final, la forma de contentar al público es contentarme yo con lo que estoy tocando y, por la respuesta de la gente, creo que están contentos con el repertorio.

—Entonces, haces lo que te gusta, no lo que le gusta al público.

—Un músico tiene que tocar lo que él quiere. El otro día me preguntaba alguien si cuando compongo pienso en la gente y la verdad es que no, no pienso nada en la gente. Creo que en el momento en el que yo, a la hora de escribir o tocar una canción, solo pienso en el público, estoy traicionando al público directamente, porque las canciones tienen que tener una cierta verdad.

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