Diario de León

PATRIMONIO

Las huellas borradas del tren minero en Ponferrada

El Ayuntamiento trabaja ya en el registro de las fincas del antiguo trazado del Ponfeblino y Cuatrovientos se posiciona como uno de los lugares «ideales» para comenzar el recorrido 

Recorrido desde el Museo del Ferrocarril hasta San Andrés de Montejos por el trazado desaparecido del tren Ponferrada-Villablino dentro del término municipal de la capital del Bierzo.

Recorrido desde el Museo del Ferrocarril hasta San Andrés de Montejos por el trazado desaparecido del tren Ponferrada-Villablino dentro del término municipal de la capital del Bierzo.

Publicado por
Álvaro Pérez
León

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 Apenas quedan unos raíles fundidos en el asfalto o sendas donde pasea la gente. El tramo ferroviario del antiguo tren correo que unía Ponferrada con Villablino prácticamente ha desaparecido del mapa de la capital del Bierzo, donde el Ayuntamiento no renuncia a recuperar al menos una parte del recorrido y ya trabaja en el registro de las fincas por donde discurría.

Han pasado más de cuarenta años desde su último viaje del tren correo, aquel  10 de mayo de 1980, en el que dejó de transportar viajeros, mercancías y trabajadores. Pero la idea de que el llamado Ponfeblino vuelva a retomar su camino lleva rondando por la cabeza de bercianos y lacianiegos bastante tiempo. 

A pesar de la huella sentimental, ya no quedan más que ruinas y alguna marca de lo que fue recorrido del último tren regular de viajeros con tracción de vapor en Europa Occidental. A partir de ahí, el tren continuó su camino de distinta manera hasta el 2012, donde la locomotora ya era diesel y tan solo se transportaba mercancía.  

Desde el Ayuntamiento de Ponferrada están trabajando para registrar todas las parcelas con el fin de realizar la primera fase del Ponfeblino, reconvertido en un tren turístico. Esta primera fase consistirá en la construcción de puentes en la zona de Cubillos con el fin de mejorar la conexión hasta San Andrés de Montejos, donde se realizará la reconstrucción y el reacondicionamiento de la estación, según explicó el concejal de Infraestructuras, entre otras cosas, Iván Alonso.

Alonso aseguró que «la prioridad ahora mismo es registrar todas las todas las parcelas»,  y el concejal confirmó que «están en ello». La idea del Consorio del Ponfeblino al amparo del plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia dio forma al proyecto de la red ferroviaria que une Cubillos del Sil con Villablino,con una inversión  de cuatro millones de euros. Este plan, que consta de 58 kilómetros , busca ampliarse para que el Ponfeblino inicie el trayecto desde  la ciudad de Ponferrada, para unir así, la capital de la comarca con Villablino, como indica el propio nombre del tren.  

«Aún es pronto para confirmar nada», admitió Alonso, «tenemos varias opciones encima de la mesa para elegir desde donde saldrá el tren». Entre estas opciones, según confirmó Alonso a este medio, se encuentran «el barrio de Cuatrovientos, la antígua central térmica, o el Museo del Ferrocarril». Además, aseguró que Cuatrovientos era el «sitio ideal» para comenzar el trayecto. Tras los fondos recaudados por el Consorcio procedentes de Europa, se realizarán los pasos necesarios para arreglar y reacondicionar las límeas ferroviarias. 

A pesar de los casi cuatro millones disponibles para realizar las obras, este dinero no es suficiente para revivir la ruta ferroviaria. Además de las vías por donde circuló el Ponfeblino, existe la necesidad de arreglar las distintas estaciones y los apeaderos. Sin embargo, la intención del Consorcio de Ponfeblino es seguir pujando por fondos para abarcar también estas reformas. Estos fondos se invertirán sobre todo en las zonas de mayor urgencia, donde se han producido desprendimientos. 

En todos esto años, la naturaleza, el tiempo, e incluso el vandalismo, han sido las causas del mal estado de muchas de las estaciones. Hoy en día existen carreteras que pasan por encima, total o parcialmente, de los caminos por donde iban las vías. La ciudad de Ponferrada y los pueblos de alrededor fueron evolucionando en el ámbito urbanístico. Todas estas nuevas construcciones han camuflado el paisaje minero durante este iempo, y con él, el recorrido y las instalaciones que conformaban la ruta entre la ciudad de Ponferrada y Villablino. 

En la actualidad, tan solo queda el recuerdo de los más mayores dedicados a la mina, quienes fueron testigos  y contemporáneos de la época en la que el carbón surcaba el valle del río Sil desde Laciana hasta la Ponferrada.

Reavivar el proyecto, según Daniel Pérez Lanuza, quien lleva diez años escribiendo sobre temas ferroviarios relacionados con la zona, «sería un punto de inflexión para la comarca». Lanuza asegura que «el Bierzo no es la España vaciada, sino la España vaciándose», explica que desde que el carbón dejó de funcionar tan solo quedan «dos o tres grandes industrias en la comarca». Por ello, la idea de resurgir el Ponfeblino, puede convertirse en en un proyecto tractor que sea un punto de encuentro de una alta gama de la actividad económica en Ponferrada y en la comarca. Lanuza es optimista y cree que «el proyecto ayudaría a frenar el bajón demográfico» .

Los ciclistas aprovechan las sendas que han quedado en los lugares por donde circulaba el tren. L. DE LA MATA

Los ciclistas aprovechan las sendas que han quedado en los lugares por donde circulaba el tren. L. DE LA MATA

El recuerdo de la Ponferrada minera 

En la actualidad tan solo quedan pequeñas marcas de caminos olvidados, que en ocasiones han sido sustituidos por carreteras convencionales, incluso por nacionales, de lo que fue el trazado del tren correo.  En muchos de los lugares ya no se diferencia donde se situaban las estaciones. Incluso en San Andrés de Montejos, la zona en la que se encontraba la estación está repleta de vegetación, que dejan en evidencia el abandono que han sufrido los caminos olvidados por los que transitaba el Ponfeblino.  Uno de los vestigios más visibles es la antigua caseta del factor de circulación, cercano al punto de unión entre la línea principal y el lugar de arranque del ramal a los descargaderos de carbón.

Años atrás, se conservaba  una isleta central en la avenida Galicia en el tramo entre Ponferrada y Cuatrovientos, rastro del paso a nivel que se situaba en la antigua carretera Nacional VI. Poco a poco las últimas construcciones van desapareciendo, y con él, los recuerdos de la Ponferrada minera. 

Hoy en día, la calle Los Luceros en el barrio de Cuatrovientos, por donde trazaba el ferrocarril, se conserva como un camino transitable que permite llegar hasta el canal. Más adelante, se conserva el camino, pero este es de tierra. El trazado llega hasta el canal, donde existe un cruce a nivel en el que es posible observar un pequeño tramo de raíl, que sobrevive a pesar del paso de los años. 

Por la zona entre Cuatrovientos y Columbrianos, muchos de los caminos vecinales conservan restos de vías o simples marcas en los que es posible percibir el recorrido del tren minero. Muchos de estos restos de las vías están cubiertos por asfalto en carreteras de ambos barrios. Algunos tramos de estos carriles fueron levantados hace varios años con el fin de reasfaltar la superficie.

La idea de volver a recuperar lo antiguo es esperanzadora. Quizá el Ponfeblino sea una metáfora de los tiempos prósperos de actividad económica e industrial de los que tanto se acuerdan los bercianos, quienes ven que el Ponfeblino puede ser, como dice Lanuza, una manera de que la comarca prospere y deje de pertenecer a la «España vaciándose» para nunca ser la «España vaciada». 

El paseo por el extrarradio de Ponferrada pasa junto a campos segados. L. DE LA MATA

El paseo por el extrarradio de Ponferrada pasa junto a campos segados. L. DE LA MATA

Trayecto olvidado 

La recuperación del trayecto inicial del Ponfeblino se complica desde su salida, ya que el levantamiento de las vías en la avenida de los Escritores dificulta su salida desde el Museo del Ferrocarril. El trayecto continúa hasta llegar a Cuatrovientos, barrio que Iván Alonso consideró un «espacio ideal» para que el Ponfeblino iniciase su camino. Posteriormente, el recorrido seguía por encima del canal en una extensa recta hasta Columbrianos. A día de hoy aún se encuentran marcas y restos de vías. El tren cruzaba la rotonda localizada en la avenida Asturias dirección Cubillos, todo ello tapado por el entramado de carreteras.  Finalmente, el trayecto llega a San Andrés de Montejos, donde ya no queda ni una mísera ruina de lo que era hace años la estación. 

 

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