El IEB lamenta la pérdida de los fósiles de Salas y ve descoordinación
Expertos apuntan que el Espacio Natural de Las Médulas se debió ampliar al yacimiento.
Perforadora introduciendo los bulones para asegurar el cemento que cubrirá el yacimiento .
La presidenta del Instituto de Estudios Bercianos, Mar Palacios, lamentó ayer la pérdida del yacimiento de graptolitos de Salas de la Ribera, habida cuenta de su relevancia en el mundo científico tanto a nivel nacional como internacional. Una pérdida, a su juicio, irreparable, que la responsable de IEB no dudó en achacar a la falta de coordinación entra las administraciones competentes en la materia para lograr salvaguardar un espacio catalogado como de especial relevancia desde el punto de vista paleontológico.
«Está claro que como si ya se ha apuntado no se produjo ni la comunicación al Ayuntamiento de Puente de que iban a iniciarse las obras y que se iba a cortar la carretera, malamente se pudo alertar sobre el yacimiento», razona Palacios.
Una falta de comunicación, que unido a la apatía mostrada por la administración para otorgar al yacimiento paleontológico de Salas de la Ribera la protección que la comunidad científica le otorgaba ha terminado sepultando bajo una capa de cemento este afloramiento en roca de unos seres invertebrados que habitaron este espacio hace más de cuatrocientos millones de años.
Ni la Junta de Castilla y León, ni el primer edil del ayuntamiento en cuyo término municipal se localizaba el yacimiento de Salas de la Ribera —Puente de Domingo Flórez— respondieron ayer a las llamadas de Diario de León para que realizasen una valoración de lo sucedido.
Por el contrario, expertos en patrimonio, apunta que la protección a este enclave podría haber llegado de la mano de la ampliación del Espacio Natural de Las Médulas, y extendiendo esa figura de protección a este yacimiento de graptolitos de Salas de la Ribera.
Tarde para hablar ya de lo que podría haberse hecho por salvaguardar un enclave de relevancia científica que ayudó a descifrar la forma de vida de estos pequeños invertebrados y el motivo por el que formaban agrupaciones en forma de espiral hace 400 millones de años.
Tras el sellado con cemento del estrato donde se encontraba, su estudio deberá ceñirse ahora a los ejemplares que se salvaron de la intervención en este talud de la N-536.