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Una investigación sobre plásticos marinos afianza el campus berciano

Profesores de la Escuela Agraria y Forestal desarrollan un modelo pionero para su detección

Ponferrada

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El Campus de Ponferrada se suma a investigaciones de vanguardia. Un trabajo desarrollado de forma conjunta entre profesores de la Escuela de Ingeniería Agraria y Forestal (EIAF) del Campus de Ponferrada de la Universidad de León, y de las universidades de Novi Sad (Serbia) y Banja Luca (Bosnia) se ha convertido en pionero a la hora de detectar y cartografiar de forma automática los plásticos flotantes o semi-sumergidos, empleando imágenes de vehículos aéreos no tripulados (RPAs).

Según informaron ayer fuentes de la institución, el trabajo ha demostrado que empleando imágenes de muy alta resolución espacial tomadas desde el RPA (4 mm y 18 mm) y algoritmos deep learning (ResUNet50) se pueden detectar y clasificar tipos de plástico flotantes, sumergidos en aguas no profundas e incluso en las orillas de los ríos. El trabajo con sello berciano fue publicado en mayo en la revista científica ‘Remote Sensing’.

La parte práctica se testó en el lago Balkana y el río Crna Rijeka (Bosnia-Herzegovina) para los tres tipos de plásticos más habituales: poliestireno orientado (OPS), polietileno (Polyethylene terephthalate (PET) y nylon, con diferentes colores y tamaños, añadieron las mismas fuentes.

«Con la metodología aplicada se calculó de forma automática la cantidad de plástico con una exactitud del 96%, subestimándose únicamente un 4%, lo que muestra su utilidad para hacer un seguimiento de la contaminación por plástico y para optimizar las campañas orientadas a su limpieza y retirada, así como para determinar los puntos críticos y fuentes de plásticos en origen».

Internacional

El trabajo berciano contó con la colaboración de universidades de Serbia y Bosnia-Herzegobina

Los resultados de esta investigación cumplen los requerimientos de los protocolos de detección de plásticos establecidos por diferentes organismos internacionales, «de modo que este método se podría emplear en las campañas que realizan, y que requieren de muchos voluntarios para obtener los datos», añaden desde la Universidad de León.

La contaminación debida a los plásticos es uno de los problemas medioambientales más relevantes. Desde los años 50 del siglo pasado la producción ha ido en aumento anualmente y alcanzaba ya los 360 millones de toneladas en 2018. «Teniendo en cuenta que únicamente un 9% del plástico se recicla, más de 8 millones de toneladas acaban en los océanos cada año, afectando a la biodiversidad de las especies que viven en el medio marino, y a toda la cadena trófica que depende de ellas. En los últimos meses este problema se ha visto incrementado con la llegada a los ríos y a los océanos de elevadas cantidades de material sanitario (mascarillas y guantes), como consecuencia de la pandemia de Covid-19».

Método

Para cartografiar los plásticos se utilizaron imágenes de vehículos aéreos no tripulados

El primer paso para poder mitigar este problema es conocer la cantidad de plástico existente, dónde se acumula y las rutas que sigue para llegar a los océanos. Las estimaciones de cuánto plástico llega a los océanos cada año varían según los estudios, entre 250.000 y 12,7 millones de toneladas al año, debido a que no existen métodos objetivos y sistemáticos para cuantificar su distribución espacial y temporal.

Los métodos que se emplean habitualmente se basan en muestreos en la playa, mediante el conteo de todos los trozos de plásticos mayores de 2,5 x 2,5 centímetros que se encuentran en la zona asignada. Estos métodos, requieren mucho tiempo y únicamente son abordables para zonas no muy extensas, lo que dota de especial valía al sistema desarrollado por los investigadores del Campus de Ponferrada con la colaboración de las universidades de Novi Sad (Serbia) y Banja Luca (Bosnia).

Además, en este trabajo de la Escuela de Ingeniería Agraria y Forestal se definió la metodología a seguir para realizar campañas de detección de plásticos empleando UAVs de formas efectiva, «indicando la idoneidad de realizar dos vuelos síncronos y que estos se lleven a cabo cuando haya cubierta nubosa, para evitar el efecto sunglint de reflexión solar del agua, que dificulta la identificación automática de los plásticos».

Con este método puede diferenciar con una exactitud superior al 85% el tipo de plástico detectado, siendo los más fáciles de detectar los de polietileno, explicaron desde la Escuela Forestal de Ponferrada, que ya ha realizado otros trabajos relevantes en los últimos años sobre los montes.

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