Las cuatro que salieron del cementerio

Con la creación del Museo del Ferrocarril, trece de las locomotoras de la MSP quedaron en la vía muerta de La Placa, al margen de la declaración de Bien de Interés Cultural. Pero en las últimas dos décadas, cuatro de ellas ha podido salir del cementerio, aunque en algún caso para irse muy lejos. Es lo que ocurrió con la Baldwin numero seis, bautizada Landaluce, que se fue al Club Ferroviario Vaporista de Mallorca, donde fue restaurada para adornar la estación ferroviaria, y solo volverá a Ponferrada en caso de abandono. O de una Krauss que terminó en el Museo de Azpeitia. Más cerca están las Baldwin ocho y nueve, llamadas Ponferrada y Wagner, en poder del Museo de la Energía para su exhibición en el muelle de carbones de la Fábrica de Luz y como fondo de la institución.