Diario de León

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El misterio del minotauro cumple 25 años en Viñales

El escultor Juan José Albares coloca una nueva figura en el ‘jardín mitológico’ que empezó a crear en 1996 en los paisajes de su localidad

inotauro

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Ponferrada

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Un minotauro en lo alto de una colina que recuerda al toro de Osborne mientras otea su reino. El dios de la guerra colgado de un árbol con la forma de un jabalí. Una enigmática sirena que solo muestra la cola y una mano, anclada en un árbol. Un Goliath de cinco metros, en busca de ubicación, y una mano convertida en la simbólica puerta de entrada a la antigua iglesia del pueblo, recién colocada junto a la torre del campanario, que resiste el paso del tiempo.

El ‘jardín mitológico’ de Viñales creado por el escultor Juan José Albares en el paisaje de la pedanía del municipio de Bembibre cumple 25 años con una nueva incorporación que estos días agranda su misterio; la palma de una mano de tres metros recortada en acero corten que saluda los curiosos en el solar de la antigua iglesia, como si les invitara a entrar. Y todo comenzó en 1995, con un viaje a Italia de quien entonces todavía era estudiante de Bellas Artes en la Universidad de Salamanca. Un viaje que le sirvió para empaparse de la cultura clásica, y en especial de la mitología griega y romana. A su vuelta diseñó el minotauro de dos metros y lo colocó en la colina que domina el paisaje de Viñales. Y 25 años después, aquel minotauro de chapa galvanizada, usado como diana por algún aficionado a la escopeta, sigue intacto en su sitio tras una reparación, con toda su superficie, eso sí, cubierta de firmas y garabatos. «La idea de las figuras es que el que pase cerca se asombre, aunque solo sea cinco segundos», contaba esta semana Álbares, que muestra algunas de sus creaciones en Instagram (@jjalbares70).

La mano-casa junto al campanario. ALBARES

Al minotauro le siguió un Ícaro que corrió peor suerte, porque desapareció del árbol al pie de la carretera de Viñales donde caía del cielo con la cera de sus alas derretidas después de volar demasiado cerca del Sol. El dios Marte, simbolizado en un jabalí, estuvo durante algunos años colgado de otro árbol en un paraje próximo al pueblo que terminó por ceder y ahora tiene una nueva ubicación en la zona del Corralín. La enigmática cola de sirena volverá en breve al tronco que la ha cobijado durante años, una vez que Albares le arregle los anclajes. Y hace apenas dos semanas, con permiso de la Junta Vecinal, el escultor colocó su última obra en el solar de la antigua iglesia del pueblo; la enorme mano atravesada por una puerta y dos ventanas para recordar que allí estuvo la entrada al templo. Albares explica que la escultura, —en diálogo con la vecina torre del campanario reconstruido, la única estructura que queda en pie de la vieja iglesia— es una forma de llamar la atención sobre el abandono de los pueblos y la despoblación rural. «Lo que quiero es que la gente se divierta al ver las esculturas, que reciba un guiño y que vea que ha merecido la pena el paseo por la sorpresa», afirma Albares.

Albares, con el Goliath. DL

El escultor y pintor berciano, que ha expuesto su obra en Italia, en Santander, Segovia o en la propia Ponferrada, en muestras organizadas en este caso por el Instituto de Estudios Bercianos, ya prepara un nuevo conjunto; el dúo formado por un gigantesco Goliath de cinco metros de altura y un David más pequeño. Pero como ha ocurrido con el resto de figuras de su particular mitología, Juan José Albares prefiere no revelar ni el lugar ni el momento en que los vecinos de Viñales, el pueblo del que procede su familia, y los curiosos que se acerquen a pasear por los senderos y las calles de la localidad descubrirán a los dos personajes y se pregunten por su significado. Si uno no lo explica del todo, le cuenta al periodista, el misterio será más grande.

Marte. ALBARES

La sirena. ALBARES

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