Diario de León

VITICULTURA

Mulas de La Rioja al rescate del viñedo más viejo del Bierzo

Dirigidas por las manos expertas de los malienses Siole y Mamadou, Linda y Romero aran seis hectáreas de viñas centenarias para evitar que se mueran las cepas

Linda y Romero son dos mulas de La Rioja que durante ocho jornadas de trabajo han arado seis hectáreas de viñedos centenarios en la zona de Otero para evitar que las cepas se muera. El Bierzo recupera así una práctica perdida hace tres décadas y que ya contaba con el precedente de las mulas de Ricardo Palacios.

Linda y Romero son dos mulas de La Rioja que durante ocho jornadas de trabajo han arado seis hectáreas de viñedos centenarios en la zona de Otero para evitar que las cepas se muera. El Bierzo recupera así una práctica perdida hace tres décadas y que ya contaba con el precedente de las mulas de Ricardo Palacios.

Ponferrada

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Se llaman Linda y Romero, son una mula y un mulo de La Rioja, y acostumbradas como están a moverse entre los viñedos—ya sea en su tierra o en La Borgoña francesa,— han pasado dos semanas en el Bierzo para arar los viñedos más viejos de la zona de Otero y salvarlos de la ruina a la que parecían abocados después de un siglo de producción ininterrumpida. 

Dirigidas por las manos expertas de dos inmigrantes de Mali que han encontrado trabajo en la viticultura, Siole y Mamadou, la llegada de las dos mulas riojanas para arar esta primavera seis hectáreas de cepas viejas en el corazón agrario del Bierzo viene a consolidar una práctica que ya había recuperado en la comarca el bodeguero Ricardo Palacios después de tres décadas en desuso; el empleo de animales de tiro para mejorar el cuidado de aquellas viñas en peligro, donde o bien no entra un tractor o donde el uso de una oruga o un motocultor estropean el terreno y perjudican la calidad de la uva .

Lo cuenta Elva García Amigo, de Bodegas Aníbal de Otero , artífice de la venida de Linda y Romero para trabajar en sus viñedos más viejos de la mano del viticultor riojano Miguel Ángel Mato , «el rey de las mulas». Junto a sus viñas en los parajes de  El Cepón, Los Fornos y Terrafondada, las dos mulas, sabiamente manejadas por Siole y Mamadou, también han arado para otras bodegas de la zona como Valle Blanco y Luzdivina García.

En total, ocho días de labor como se hacía antes, repartidos en las dos semanas que las acémilas han permanecido en el Bierzo, estabuladas en instalaciones de Valle Blanco.

Las mulas de la empresa de labranza de Miguel Ángel Mato han arado viñedos centenarios. Aquí, de Bodega Aníbal de Otero. BODEGA ANÍBAL DE OTERO

Las mulas de la empresa de labranza de Miguel Ángel Mato han arado viñedos centenarios. Aquí, de Bodega Aníbal de Otero. BODEGA ANÍBAL DE OTERO

«Se te van a morir las cepas»

Saturado de trabajo, Miguel Ángel Mato le había negado en un primer momento las mulas a la bodeguera berciana, que contactó con él a través de un amigo común que tiene caballos de carreras. Pero finalmente, el riojano tuvo tiempo de viajar el Bierzo en el mes de febrero, antes de la temporada de arado, para comprobar el estado de las viñas viejas de Otero. Y su diagnóstico allanó la llegada de las dos mulas cuando comprobó el estado de las cepas. «Se te van a morir», le dijo a Elva García.

Los viñedos más viejos necesitan un arado manual, más profundo porque con los años «la tierra se va cerrando y cuando llueve el suelo se impermeabiliza», explica la bodeguera y viticultora.  Se trata de viñedos plantados manualmente, donde rara vez entra un tractor. «Si queremos alimentar la viña y eliminar las malas hierbas, hay poca alternativas al arado manual, sobre todo en aquellas viñas donde, por su antigüedad y su marco de plantación cada cepa es un obstáculo», ha escrito Elva en un blog local. No en vano su padre, Aníbal Otero, usó bueyes hasta hace treinta años. Y mulas y caballos percherones todavía se turnan en La Borgoña francesa para arar.

«Esto te va a cambiar las viñas, va a ser como el día y la noche, si no las cepas viejas se te van a morir», le dijo Miguel Ángel Mato a Elva García en el mes de febrero. Y es ahora cuando la bodeguera berciana puede comprobar que tenía razón, que las cepas han mejorado. «La viña ya luce de otra manera, las hojas tiene otro brillo», afirma satisfecha del trabajo de Siole y Mamadou con las cotizadas mulas de La Rioja.

Las dos mulas llegaron de La Rioja y están acostumbradas a arar viñedos. BODEGA ANÍBAL DE OTERO

Las dos mulas llegaron de La Rioja y están acostumbradas a arar viñedos. BODEGA ANÍBAL DE OTERO

«Es la mejor forma de conservar viñas centenarias»

«Esto no es algo barato ni es ningún capricho», afirma Elva García para hablar de la recuperación de una práctica perdida durante muchos años en el viñedo del Bierzo. Elva no deja de elogiar el arte de los dos trabajadores de Mali para manejar las mulas. «Responden a sus órdenes en un lenguaje que solo ellos conocen, rompen la tierra devolviéndonos a unos tiempos que, aunque lejanos, cada vez están más vivos en la memoria», escribía días atrás para el blog 2toral. Y es entonces cuando Elva se acuerda de su padre Aníbal y de su tío Alejandro, con el rosal y con la escarbadora de la que tiraban «dos preciosos bueyes». Y no es una moda. «Es la mejor forma de conservar esas viñas centenarias», afirma.

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