Diario de León

Ponferrada deja crecer en las aceras matas de estramonio con las que se hace la burundanga

En pleno barrio céntrico de La Rosaleda, en la calle Manuel Fraga, hay plantas de un metro que contienen la escopolamina

La planta venenosa, que rehúyen los animales, crece junto al paso de cebra. M.F.

La planta venenosa, que rehúyen los animales, crece junto al paso de cebra. M.F.

Ponferrada

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Increíble, pero cierto. En Ponferrada —en plena calle residencial, céntrica, en el cuadrado de tierra destinado en la acera para que vivan los árboles— a día de hoy están creciendo frondosas matas de estramonio. Se trata de una planta que contiene la sustancia o el principio activo de la escopolamina, con la que se produce la temida burundanga. Sus dosis se han puesto de moda en las zonas de diversión nocturna o grandes eventos porque —una vez ingerida en medidas adecuadas— convierte a la persona en alguien sin voluntad: Es incapaz de razonar. Llega a perder el sentido, no es dueña de sus actos y, además —lo más grave— ocasiona amnesia, o lo que es lo mismo la pérdida de la memoria y capacidad para defenderse. Eso significa que la mujer o el hombre que la ingiera pueden estar a voluntad del delincuente que la suministre, porque una vez que entre en acción el principio activo alucinógeno en su cuerpo, se enterará de bien poco.

Ayer domingo, y seguramente en la mañana de este lunes festivo del 15 de agosto, el estramonio, ‘aliento del Diablo’ o burundanga, se puede ver con facilidad cómo prospera en la calle Manuel Fraga de Ponferrada, en pleno barrio de La Rosaleda, la nueva zona residencial caracterizada por población joven.

Las matas de estramonio son visibles desde lejos, dado que llegan a medir entre 90 centímetros y un metro de alto. El periodista que escribe este artículo llevó ayer un metro y las midió en lugar público, por donde pasean los viandantes y circulan los coches. Lo medido corresponde con esas cifras indicadas.

La existencia de esta peligrosa planta —que en Ponferrada crece en las aceras sin que nadie hasta ahora le haya puesto coto— se conoce después de que se abriese en el Ayuntamiento el debate sobre el estado descuidado de calles, jardines, aceras, parterres y demás arbolado municipal. Como se recordará, desde el consistorio que dirige el alcalde Olegario Ramón se ha llegado a defender (frente a las críticas de la oposición) que hay plantas que deben seguir su curso natural. No es en este caso el estramonio de la burundanga , que hoy publica este periódico.

Sin embargo, a los peatones consultados que ayer pasaron por la acera, sí destacaban que «estramonio o no, lo que es inconcebible es que dejen crecer matas de hierbajos de un metro de alto. Es penoso el descuido que tienen desde el Ayuntamiento». Y citó en dos ocasiones al alcalde Olegario Ramón. Por voluntad del autor de esta queja, su nombre no sale hoy publicado.

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