Ponferrada pide salud a San Roque con la vuelta de su tradicional Voto de Villa
La ciudad, que ha recuperado esta celebración tras dos años de pandemia, ha paseado por sus calles al Santo en agradecimiento por frenar la peste, con los estragos del Covid aún presentes
Ciudadanos procesionan con San Roque a La Encina en la avenida de Pérez Colino. ANA F. BARREDO
La ciudad de Ponferrada celebró ayer sus actos del Voto de la Villa, a los que acudieron numerosas ponferradinas y ponferradinos que partieron de la Iglesia de San Pedro a las 10.30 horas. La procesión, que se celebra el día 16 de agosto con motivo de la festividad de San Roque, contó también con la presencia de los concejales de Juventud y Fiestas, Lorena Valle, y de Movilidad y Seguridad Ciudadana, José Antonio Cartón, así como de otros representantes municipales.
Los ciudadanos rememoran este Voto de Villa desde el año 1600, debido a una promesa de la corporación municipal como ofrenda por la supuesta intercesión del santo para erradicar la peste que asoló a la ciudad en 1576 y en 1599.
La tradición ha durado hasta nuestros días, y ayer se renovó con el traslado de la imagen del santo hasta la Iglesia de La Encina, donde se celebró una Misa de Acción de Gracias tras la que los asistentes retornaron a San Pedro, donde se repartieron , como ya es tradición, 200 kilos de las primeras uvas de la cosecha, adquiridas por el Ayuntamiento.
La historia del voto de villa se remonta al siglo XVI, cuando la Villa de Ponferrada sufrió varios azotes de la tan temible peste negra, el más grave de ellos en 1576.
Además de las medidas que se tomaron en cuanto a abastecimiento de medicinas, por ejemplo, como la peste era muy virulenta y contagiosa, el Ayuntamiento, desesperado, acordó reunirse en la Iglesia de Nuestra Señora de Vizbayo, en Otero, y rogar a San Roque que la ahuyentara. Y, efectivamente, parece que dichas plegarias fueron fructíferas, porque el 12 de noviembre de 1576 ya se celebró el fin de la devastadora plaga.
En agradecimiento, la Villa de Ponferrada estableció el voto de San Roque, que se confirmó en agosto de 1578 y adquirió formalidad en 1600. No obstante, esto no evitó que en 1599 la peste volviera a causar gran mortandad en la ciudad. Pero para entonces la fiesta de San Roque ya era muy importante en la ciudad, con incluso corridas de toros y funciones religiosas en San Pedro.