Diario de León

Qué hacer con una central como Compostilla, una pregunta sin respuestas

Ponferrada

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Conservar la parte esencial de una central térmica como Compostilla no es algo fácil de llevar a cabo; en primer lugar porque en España no hay precedentes de qué se tiene que hacer con unas instalaciones así, y más con alguna chimenea casi tan alta como la Torre Eiffel, que necesita un mantenimiento muy costoso, que nadie sabe quién lo tiene que pagar.

De lo poco publicado hasta ahora en España destaca un estudio de un grupo de expertos en patrimonio industrial publicado en la revista científica ‘Heritage Science’, el pasado mes de mayo, a raíz de una pregunta similar sobre la central de As Pontes —la Xunta también inició un expediente BIC—, que ahora se descarta que sea demolida a corto plazo al arrancar otra vez con quema de carbón.

El análisis, firmado por Daniel Jato Espino, Ángel Martín-Rodríguez, Aurora Martínez-Corral y Luis A. Sañudo-Fontaneda, planteaba que, como poco, se deberían conservar las torres de enfriamiento, las calderas, las chimeneas y la sala de turbinas «como los elementos fundamentales a preservar por su relevancia a través de un conjunto de criterios técnicos, históricos y socioculturales».

Además del legado histórico de la generación de electricidad, el estudio defiende otras razones para su conservación, como la singularidad, la estética y su integración en el paisaje, aunque también advierte de la necesidad de «priorizar aquellos elementos menos susceptibles de experimentar degradación». «La exposición de estos elementos a las condiciones ambientales —dice— puede resultar en corrosión y deterioro dependiendo de los materiales constituyentes. En consecuencia, la conservación debe ser compatible con nuevos usos, que a su vez no pueden provocar el deterioro de los elementos a conservar».

Los nuevos usos tampoco pueden poner en peligro, advierten, el valor patrimonial de los elementos conservados, «ya que atentaría contra el patrimonio industrial».

Los usos potenciales propuestos en el estudio son un vivero de empresas, un área de exhibición de artes plásticas o culturales, un centro de interpretación o ascensor panorámico. Eso, para el caso de As Pontes.

En Compostilla está todo por hacer. Primero si se llega a declarar Bien de Interés Cultural, qué parte se declara, si es sólo las chimeneas y cuál sería su destino. Endesa ha mantenido desde el día que conoció la decisión de la Junta una política de silencio a la espera de que analizar las consecuencias. De momento, la empresa de la demolición trabaja en las zonas no afectadas.

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