Diario de León

Laboral

El reciclaje de baterías de vehículos eléctricos generará 50 de los 160 empleos previstos en Compostilla

Con tres puestos directos, el almacén logístico es el proyecto con menor generación de empleo Las dos fábricas del Grupo Viloria prevén dar trabajo a más de medio centenar de personas

Panorámica de las instalaciones de la central térmica Compostilla II, en fase de desmantelamiento y de los terrenos que forman parte de recinto, en los que se prevén ubicar los proyectos del Plan Futur-e. L. DE LA MATA

Panorámica de las instalaciones de la central térmica Compostilla II, en fase de desmantelamiento y de los terrenos que forman parte de recinto, en los que se prevén ubicar los proyectos del Plan Futur-e. L. DE LA MATA

Ponferrada

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Siete proyectos están llamados a mitigar el impacto negativo del adiós de la central térmica de Cubillos del Sil. Siete iniciativas aprobadas por el comité de evaluación del Plan Futur-e promovido por Endesa para buscar alternativas industriales que puedan ocupar los terrenos que quedarán libres tras el desmantelamiento de Compostilla II. Hasta ahora, se habían dado a conocer los datos globales: Una inversión aproximada de 260 millones de euros y la creación de 160 puestos de trabajo directos. Pero cada proyecto tiene sus números y previsiones y Diario de León desgrana todos ellos.

El objetivo del plan es posicionar al Bierzo en el mercado de las energías renovables y la economía circular y esta es la base de los proyectos aprobados: Una planta de reciclaje de baterías de vehículos eléctricos, un centro de reciclaje de palas eólicas, una planta de producción de hidrógeno, otra de baterías de almacenamiento de energía eléctrica, un almacén eólico, una fábrica de hidromagnesitas y una fábrica de materiales aislantes. Además, en la consecución de este objetivo verde, Endesa también proyecta el desarrollo de 625 megavatios de energías renovables en la comarca que amplían las previsiones de generación de empleo.

La presentación, el pasado miércoles, de las siete iniciativas industriales dejó un sabor agridulce. Agentes sociales, empresariales y políticos del Bierzo criticaron el resultado de un proceso de selección que ha durado prácticamente dos años por considerar que no cumple con las expectativas marcadas, principalmente en lo que a creación de empleo se refiere. En todo caso, el comité evaluador —Ministerio para la Transición Ecológica, Junta de Castilla y León, Endesa, Universidad de León y los ayuntamientos de Ponferrada y Cubillos— ha concebido esta selección como un punto de partida, un primer paso de una búsqueda que continúa activa para atraer otros proyectos.

En materia laboral, la que está llamada a ser la primera planta de reciclaje de baterías de vehículos eléctricos de la Península Ibérica toma la delantera con la previsión de crear medio centenar de empleos. En la otra cara de la moneda está el almacén logístico, con tres puestos de trabajo.

En números generales, los cinco proyectos promovidos directamente por Endesa y valorados en más de 256 millones de euros crearán cien puestos de trabajo, mientras que el Grupo Viloria —impulsor de los otros dos con una inversión que supera los catorce millones— prevé crear más de medio centenar de empleos directos. A ellos habrá que sumar los indirectos, mayoritariamente vinculados a los sectores de logística y transporte; así como los que se generará para la construcción y puesta en marcha de cada una de las instalaciones. Un proyecto pionero

La planta de reciclaje de baterías de vehículos eléctricos.

La factoría promovida por Endesa junto al tecnólogo de capital sueco Northvolt y a la empresa de servicios medioambientales Urbaser será la primera de estas características que se implante en la Península Ibérica. La inversión aproximada es de 14 millones de euros y la previsión de empleo alcanza los cincuenta puestos de trabajo directos entre operaciones de logística y tratamiento. La planta pretende satisfacer la demanda no solo de España, sino también de Portugal y su capacidad de tratamiento, una vez que esté funcionando a pleno rendimiento, será de 8.000 toneladas.

Para el desarrollo de este proyecto, Endesa se ha asociado con el que es el primer fabricante europeo de baterías, Northvolt, que ya opera una planta de reciclaje en Suecia; y también con Urbaser, que participará en el proyecto a través de su filial de gestión de residuos industriales, Sertego. Aerogeneradores fuera de uso

El centro de reciclaje de los materiales de palas eólicas.

Con una inversión de ocho millones de euros, este proyecto de Endesa pretende dar respuesta al problema que enfrenta el sector de las energías renovables una vez que los aerogeneradores terminan su vida útil y quedan fuera de uso. Su reciclaje permitirá reincorporar los materiales de los que están hechas las palas eólicas a la industria. En este caso, la previsión de empleo directo es de 28 trabajadores. Valle del hidrógeno

La planta de hidrógeno alimentada por energía solar.

Endesa prevé crear una docena de puestos de trabajo con el desarrollo de un proyecto industrial que requerirá una inversión aproximada de seis millones de euros y permitirá producir hidrógeno renovable para su comercialización y para la realización de proyectos de investigación y desarrollo tecnológico entre clientes industriales de la zona. El objetivo es generar hidrógeno verde que sustituya la hidrógeno gris y los combustibles de origen fósil en donde la electrificación no sea viable.

La fuente de energía será solar. Para ello, el proyecto contempla la instalación de una planta de producción de energía fotovoltaica que se conectará directamente con las instalaciones dedicadas a la generación de hidrógeno renovable, todas de un electrolizador con una capacidad de producción de hidrógeno objetivo de unas 200 toneladas al año. Acumulación energética

Baterías de almacenamiento de energía eléctrica.

El proyecto planteado también por Endesa para el suelo de Compostilla II y que daría empleo a siete trabajadores es un sistema de acumulación energética de batería en modo stand-alone, es decir, no integrado en una planta de generación renovable, sino a disposición de la red eléctrica de manera independiente. La capacidad de este sistema de almacenamiento se prevé entre 380 y 761 megavatios-hora y la inversión se estima en 228 millones de euros.

El Grupo Enel —matriz de Endesa— ya tiene una planta de almacenamiento de este tipo cerca de Tynemouth (Inglaterra). Opera con baterías de iones de litio que permiten almacenar energía para mantener el equilibro de la red en los momentos en los que la producción de energías renovables, como el sol y el viento, es insuficiente. El sistema acumula electricidad en los momentos de picos de producción y la va reintegrando a la red en función de las exigencias de la misma. Depósito eólico

El almacén logístico eólico.

Se ha proyectado para la nave que actuaba como almacén regulador en el recinto de la central térmica de Cubillos del Sil y la inversión inicial prevista por Enel Green Power es de cien mil euros. El sistema de almacenamiento estará integrado por una nave ya construida en los terrenos de la central y una campa a la intemperie que se habilitará en suelo colindante a dicha instalación una vez que concluya el desmantelamiento de las instalaciones de Compostilla II.

El almacén logístico eólico prevé la creación de tres puestos de trabajo, si bien se estima que el impacto en el empleo indirecto asociado a las tareas de logística será mucho mayor, dado el volumen del material transportado. Un retardante del fuego

La factoría de hidromagnesitas.

De la mano de un grupo investigadores de la Universidad de León (ULE), el Grupo Viloria está en proceso de desarrollo de una planta piloto para la fabricación de hidromagnesitas en la que ha invertido 300.000 euros y que será la base de pruebas del proyecto industrial valorado en seis millones de euros que la compañía quiere poner en marcha en los terrenos de la térmica de Cubillos del Sil: Una fábrica de hidromagnesitas en la que también participará la empresa gallega Magnesitas de Rubián y que prevé generar 24 empleos directos y más de un centenar indirectos.

«Se han hecho pruebas suficientes y se está construyendo una planta piloto en las instalaciones del Campus de León. A finales de año, ya tendremos resultados definitivos para ratificar los valores que tiene este mineral con pruebas válidas», aseguró el empresario Manuel Lamelas Viloria. La hidromagnesita se utiliza como sustancia inhibidora o retardante del fuego para polímeros (plásticos sintéticos, polietileno, poliuretano, etcétera). Sostenibilidad energética

La fábrica de materiales aislantes.

El Grupo Lamelas Viloria es también el promotor de un proyecto industrial para la fabricación de paneles aislantes para su uso en construcción. Se trata de un material de revestimiento de paredes que permite mantener una temperatura estable y, con ello, un ahorro importante de energía y mayor sostenibilidad. «Son eficaces tanto con el frío como con el calor y resistentes al fuego», explicó Manuel Lamelas Viloria. En este caso, la creación estimada de puestos de trabajo directos es de entorno a una treintena, pero Viloria considera que podría superar el centenar si se tiene en cuenta el empleo indirecto en transporte y logística. La inversión para hacer realidad este proyecto supera los ocho millones de euros. Agroalimentación

La planta de deshidratado y envasado de frutas y hortalizas.

No se trata de un proyecto industrial como los siete anteriores, sino una experiencia piloto que pretende aprovechar cuatro estufas de carbón de la central térmica de Compostilla para deshidratar y envasar frutas y hortalizas del Bierzo. El Grupo Viloria está detrás de una iniciativa que utilizaría los excedentes de los productos que se cultivan en el Bierzo para alarga su vida y darles un valor añadido. «Es más bien un experimento con 20.000 o 30.000 kilos de cualquier producto para ver qué valor podemos sacarle a las frutas y verduras que no se recogen», explicó Viloria. De los resultados de esta experiencia, en la que también se implicaría la Universidad de León, dependería la planificación de un proyecto a mayor escala.

Los hornos de la térmica únicamente necesitarían una «pequeña reforma» para adaptarlos a su nuevo uso con productos alimentarios, por lo que la inversión prevista no sería muy elevada. En todo caso, el propio Manuel Lamelas Viloria ha reconocido la dificultad de acomodar el proyecto al calendario de desmantelamiento de la central cuando los tiempos ya están marcados. «Estamos en buena sintonía, pero veremos si es posible hacerlo sin perjudicar el programa de demolición», apuntó el empresario berciano.

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