Diario de León

URBANITAS

Los 'traceurs' se reivindican: «No somos gamberros»

Practican parkour en Ponferrada y están cansados de que los vean como vándalos, cuando el respeto es una de sus máximas

Algunos de los ‘traceurs’ de Ponferrada, entrenan en las inmediaciones el colegio del barrio de los Judíos.

Algunos de los ‘traceurs’ de Ponferrada, entrenan en las inmediaciones el colegio del barrio de los Judíos.

Publicado por
MARÍA CARRO | PONFERRADA
Ponferrada

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En Ponferrada no son muchos, pero los hay y están cansados de que les llamen gamberros. El parkour es una disciplina deportiva que consiste en superar obstáculos urbanos con saltos y acrobacias y que requiere técnica, mucho entrenamiento, buen estado físico y compañerismo. Todos ellos valores positivos. Sin embargo, es común que a los ‘traceurs’ —así se llaman quienes practican parkour— se les compare con vándalos. Nada que ver. Son deportistas y miden bien donde entrenan para no dañar el mobiliario urbano. «Nos han echado de varios sitios y nos culpan de romper cosas cuando no es así. Incluso, en alguna ocasión, han llamado a la policía», asegura Marcos. Él es uno de los ‘traceurs’ de Ponferrada, como Nacho, Denoy y Jorge. No llegan a la veintena, pero cada vez hay más interés.

El entorno del área comercial La Máquina, la coloquialmente llamada fuente de los viejos, en el barrio de los Judíos; la zona de Correos, las inmediaciones del colegio San Ignacio y el entorno de la plaza Los Molinos son espacios en los que es fácil encontrase con ‘traceurs’ en sus horas de entreno. No obstante, la técnica la ganan en el pabellón deportivo El Toralín. Allí se forman en gimnasia deportiva, con una monitora que les enseña a hacer mortales y ejercicios dinámicos para ganar flexibilidad y fuerza. No es fácil hacer parkour. Por eso, molesta que, al final, todo quede reducido al gamberrismo a ojos de quienes no entienden lo que están viendo.

«Nos gustaría que estuviera mejor visto. Siempre que vamos a entrenar revisamos las cosas y si vemos que se puede romper algo, nos vamos. Intentamos no dejar huella», asegura Jorge. Él, como Marcos, hace parkour por lo que les hace sentir: libertad. «Cuando salto, me libero», asegura el último, poniendo de relieve otros valores como el compañerismo y el sentimiento de familia que se crea entre quienes practican esta disciplina. «Se crea una familia y no hay niveles ni diferencias. Unos enseñan a otros», destaca. Los hay de todas las edades.

«El objetivo es conseguir desplazarte de un punto A a un punto B en el menor tiempo posible». Así resume Marcos lo que es el parkour. «Tú eres el que mejor sabe lo que puedes hacer y hasta dónde puedes llegar», añade. Y es que, como en cualquier deporte, ningún comienzo es sencillo. Basta con un par de muros para ir ganando confianza y peder el miedo y, a partir de ahí, ir subiendo el nivel del dificultad.

‘Traceurs’ de Ponferrada. ANA F. BARREDO

Recepciones, pasavallas, reversos, balanceos, mortales, saltos del gato, saltos speed, grimpeos, rompemuñecas, super dominadas. Estos y otros muchos saltos y movimientos son lo que hacen los ‘traceurs’ en parkour. «Es deporte, no gamberrismo», insisten.

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