Una fuerte granizada en El Bierzo arruina viñedos y frutales a escasos días del inicio de las recogidas

Si las heladas de primavera, que afectaron seriamente a los manzanos, y la sequía y el calor de un verano de cuarenta grados que ha provocado gran estrés hídrico en frutales y viñedos, retrayendo el desarrollo del fruto y llegando a marchitar algunas partes, no había sido suficiente; una tromba de granizo generalizada en toda la comarca remató ayer el campo berciano a tan solo cuatro días del inicio de la recogida de la pera conferencia y a las puertas también de la vendimia y la posterior recolección de manzanas. El alcance de los daños se conocerá hoy, cuando se compruebe exactamente qué parcelas se han visto afectadas y con qué intensidad. No obstante, sin ser alarmista, el pronóstico sí apunta al pesimismo, según reconoció el director técnico de la Marca de Garantía Pera Conferencia del Bierzo y de la Denominación de Origen Protegida Manzana Reineta, Pablo Linares. También lo hizo el presidente de la Asociación Berciana de Agricultores (ABA), Daniel Franco.

La lluvia hubiera venido bien, pero el granizo ha traído consigo el desastre en un momento clave, a las puertas de la recolección, cuando no hay margen para la cicatrización del fruto. Cualquier daño profundo invalida la fruta y un golpe la devalúa en el mercado. En Ponferrada, Dehesas, Camponaraya, Narayola, Arganza, Cacabelos, Quilós. El granizo se extendió por el Bierzo agrícola —también en Ancares y el Alto Sil— mientras los fruticultores miraban al cielo impotentes. Las piedras más pequeñas alcanzaron el tamaño de un garbanzo y las más grandes llegaron a ser como pelotas de golf.

En el caso de Arganza, se registraron hasta tres trombas de granizo de unos diez minutos de duración en cuestión de una hora. «Es pronto para valorar los daños porque tenemos que esperar a saber en qué zonas ha caído. Es verdad que esta vez ha sido generalizado, pero puede que a 500 metros de un punto en el que ha granizado no haya caído nada. Eso lo veremos mañana, pero estamos ante una grandísima mala noticia. Es el peor momento posible, a tan solo unos días de empezar a recoger. Las pérdidas pueden ser cuantiosas, pero lo sabremos en las próximas horas», aseguró ayer el director técnico de los sellos de calidad de las frutas del Bierzo.

 

El devenir de la campaña dependerá de la extensión afectada y de intensidad con la que se haya producido la tromba en según qué parcelas. Lo mismo pasa con la uva. Una uva que, en el caso de la chardonnay, ya se ha empezado a recoger a la puertas del Palacio de Canedo de Prada a Tope. Como con la pera y la manzana, la uva dañada se puede pudrir y eso supone un serio problema en un año en el que, pese a lo complicado de la climatología y gracias al regadío en el caso de los frutales, el fruto que salió adelante lo hizo en muy buenas condiciones de calidad y las previsiones no distaban mucho del volumen de kilos recogidos en 2021, salvo en el caso de la reineta, tocada por las heladas.