Diario de León

PATRIMONIO

Turistas de la Herrería de Compludo piden una carretera desde Espinoso para evitar un rodeo de 35 kilómetros

El monumento nacional en Compludo recibió el año pasado 18.563 visitantes, un 10% menos, y cerrará por mantenimiento del 9 de enero hasta el 28 de febrero

Ponferrada

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Un rodeo de 35 kilómetros es lo que se quieren ahorrar los turistas que visitan Espinoso de Compludo para conocer también la famosa Herrería de Compludo, declarada monumento nacional hace más de medio siglo. Y viceversa, porque a los visitantes de la vieja fragua del siglo XIX que funciona con tecnología medieval también les gustaría que la pista forestal de  seis kilómetros que la separa de Espinoso estuviera acondicionada para el paso de turismos y evitar así el rodeo por la carretera de El Acebo que tienen que dar ahora para conocer una de las poblaciones más pintorescas del municipio de Ponferrada.

Es la principal queja que han transmitido numerosos visitantes de la Herrería a la empresa Vita, Natura et Legenda durante el pasado año. A punto de cerrar sus puertas durante unas semanas para someterse a la revisión invernal, la Herrería recibió en 2022 a 18.563 visitantes, un diez por ciento menos que el año anterior.  La empresa gestora atribuye el descenso a la crisis económica. Cuando la inflación aprieta, se viaja menos a lugares de interior como Compludo.

Pero es la pista forestal, una de las reivindicaciones más recurrentes de los gestores de la Herrería y los vecinos de Espinoso, la gran obra pendiente en la zona. «Cada vez nos encontramos con gente que se enfada cuando descubre que no puede ir de la Herrería a Espinoso o de Espinoso a la Herrería con su coche y tiene que dar un rodeo de 35 kilómetros por El Acebo», explica uno de los responsables de Vita, Natura et Legenda, Juan Carlos Flórez.

El gestor de la Herrería entiende que todo el mundo saldría ganando, no solo los turistas, si los seis kilómetros de pista forestal se convirtieran en una carretera de asfalto. «¿Por qué no completar una línea circular de autobús con Ponferrada?», se pregunta.

La Herrería de Compludo, declarada monumento nacional ya en el año 1968, es uno de los escasos hitos del patrimonio berciano —aquellos lugares que reciben miles de visitantes anuales— en manos privadas. Es el descendiente de la familia de herreros que durante el siglo pasado se encargó de trabajar en la fragua, Manuel Sánchez, el que se encarga del mantenimiento del monumento a la vez que ejerce de guía a las visitas de 20 minutos de duración. Tiempo suficiente para que Sánchez ponga en marcha el mecanismo de la fragua, que usa la fuerza del agua y el aire para avivar el fuego.

La Herrería de Compludo, que en los días festivos de Navidad no ha recibido a turistas, cerrará sus puertas durante casi dos meses, entre el 9 de enero y el 28 de febrero, para someterse a la revisión invernal de todos los años.  Realizadas en años anteriores las reparaciones principales en el mecanismo hidráulico, los trabajos se volverán a centrar en la limpieza del banzao, la balsa de agua que alimenta el sistema, y la canalización que la traslada hasta la fragua, explica Juan Carlos Flórez, que recuerda que todas las reparaciones  y obras en la Herrería de Compludo las respalda con su patrimonio personal.

Es el herrero Manuel Sánchez, el hombre que mejor conoce la fragua, contratado por Vita, Natura y Legenda para servir de guía turístico, el encargado también de la revisión de sus mecanismos y la puesta a punto invernal del monumento. Con entradas a cuatro euros para los adultos y un euro para los niños, en cada visita, el herrero guía explica a los turistas el funcionamiento y pone en marcha los mecanismos de la fragua y del mazo pilón que tanta curiosidad despiertan. Por motivos de seguridad, los visitantes de la Herrería de Compludo deben respetar en todo momento  las indicaciones del herrero instructor, recuerda la empresa que explota y conserva el monumento.

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