Vinos históricos del Bierzo llegan a las subastas para coleccionistas

Los vinos del Bierzo han llegado al mundo de las subastas. Coleccionistas y aficionados interesados en adquirir botellas y marcas por diferentes motivos que han abierto un nuevo campo en las casas de subastas más prestigiosas junto al arte, la joyería, los muebles o los libros. Una afición muy extendida por Europa desde hace tiempo que en los últimos años ha llegado con mucha fuerza a España.

Durán, una de las casas de subastas más importantes de España con sede en Madrid, ha incluido tres lotes con vinos bercianos en su última subasta. Dos que se ha vendido ya; uno que contaba dos botellas de Don Mariano, cosecha de 1978, y otra de Viña Femita Gran Reserva de 1983, y otro lote con una botella de Señorío del Bierzo, cosecha de 1981. Y un tercero que está todavía en periodo de recibir ofertas y que incluye otra botella de Señorío del Bierzo de 1981. La subasta de este lote se cerrará el día 28 después de que Durán haya tenido que aplazar su actividad por la crisis del coronavirus.

Según explica David Durán, las subastas de vino están dirigidas tanto a público nacional como internacional. «Hay vinos orientados a un consumo nacional y otros que tienen más vocación internacional. Entre estos últimos podríamos diferenciar entre vinos españoles (Vega Sicilia especialmente) y vinos extranjeros (entre los que destacan los franceses como Petrus, Lafitte, Mouton Rothschild...», señala en declaraciones a este periódico.

Junto a los caldos bercianos, los dos lotes vendidos incluían también botellas de Rioja -la mayoría-, Francia, Extremadura y Cariñena, de cosechas entre 1947 y 1992. Además, se promocionaban otras dos marcas de la provincia, Gran Carpal, cosecha de 1984, y Casar de Valdaiga, de 1982. Los precios de los lotes han salido a subasta entre los 50 y los 100 euros. Las botellas no se suelen adquirir para el consumo, aunque Durán aclara que «depende del estado del vino». «Diría que un 80 por ciento de las botellas son para consumo y un 20 por ciento para prestigiar bodega. El comprador español es más consumidor que coleccionista. En otros productos como el whisky es más coleccionista que consumidor. Muchas bodegas hacen un esfuerzo en el diseño de la etiqueta por diversos artistas para dar a la botella un más carácter de pieza de colección».

Y la pregunta del millón, si hay coleccionistas de vinos del Bierzo: «No específicamente. Es más típico que un cliente compre un vino del año de su nacimiento o de alguna fecha significativa para él que un vino de su localidad».

Muchos de los vinos que se han ofrecido del Bierzo, como otros, tienen merma por el paso de los años, por lo que son más bien para coleccionar.