Diario de León
Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

El sábado, 23, con motivo del 40 aniversario de la Universidad de León, tuvimos la fortuna de escuchar, en la catedral, la interpretación del Stabat Mater, de Dvorák. Los coros y solistas estuvieron espléndidos, así como la interpretación del órgano. Un magnífico concierto que hemos de agradecer a la Ule. Sin embargo, hubo algunos ¿detalles? que restaron al lucimiento y disfrute completos. No sé exactamente de quién era la competencia y responsabilidad de los que mencionaré, si del cabildo o de la propia Universidad, pero queden expuestos, con intención constructiva, por si en el próximo concierto pueden ser subsanados. Tuvo una inmensa expectación y asistencia, hasta llenarse el templo, que condicionó que gran parte de ella “solo” pudiera oír –aunque fuese lo principal-, sin ver a los artistas, que además solo estaban elevados del suelo con una baja tarima de unos 20 cm, por lo que, aún desde el frente, tampoco se les veía en la distancia. La temperatura ambiente hizo que mucha gente pasara frío, por cuyo motivo algunos abandonaron el concierto antes de finalizar. Otros, curiosos y adictos a lo gratuito, se toparon con un tipo de música que no esperaban, abandonando el acto en pleno concierto; ambos grupos generaban distracción. Sobre la cuestión del frío, ¿tan difícil o costoso es encender la calefacción para un acto de esa envergadura? Bien podría sufragarse por el Cabildo, con los ingresos de las visitas, bien por la Universidad, o por los propios espectadores: con cobrar algo simbólico, como 2 euros, por ejemplo, hubiera mejorado sustancialmente la estancia y solaz. Siendo esta cantidad aceptable para los realmente interesados, suele disuadir a los curiosos que entran y salen indolentemente. Un escenario alto para los artistas también mejoraría notablemente el espectáculo. La vista ayuda al oído en la contemplación del mismo.

tracking