Mañueco rompe el pulso a XAV y dice que las elecciones serán en 2023 con o sin cuentas

El presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, advistió ayer que nunca ha hablado de adelanto electoral cuando es el «único» que tiene competencia para hacerlo, desvinculó esta posibilidad de que se aprueben «o no» los Presupuestos y sentenció que «en principio y en final» las elecciones serán en mayo de 2023.

«En principio y en final las elecciones serán en 2023. Yo es que de eso no hablo y el único que tiene la competencia de hablar de anticipo electoral soy yo. Cuando me preguntan respondo siempre lo mismo, que mi intención es cumplir y agotar la legislatura», señaló en una entrevista a Onda Cero Castilla y León.

Mañueco desvinculó una decisión de este tipo a que se aprueben o no las cuentas de la Comunidad, al no considerarlo una cuestión «decisiva» para tomar una decisión de esa «naturaleza».

«Este año hemos tenido presupuestos, pero los anteriores no, y no se convocaron elecciones. Siempre tomo las decisiones pensando en el interés general de los castellanos y leoneses», argumentó.

Unas cuentas que negocian con la formación Por Avila (XAV) a la que pidió «respeto y compromiso» porque la Comunidad se juega, a su juicio, algo «muy importante y beneficioso» tanto para los abulenses como para los ciudadanos de las «ocho provincias» restantes y es algo en lo que tienen que «reflexionar».

Recordó Mañueco que siempre ha habido «diálogo» y «política de mano tendida» y avanzó que este tipo de negociaciones siempre se resuelven entre «comisiones» y el «último pleno de presupuestos», por lo que invitó a la formación abulense a que actúe «desde el diálogo», «desde el entendimiento», «desde la moderación» y desde la «responsabilidad y el compromiso con Avila y con Castilla y León».

«Yo desde luego soy una persona optimista y confío en que lleguemos a un entendimiento. Los demás partidos, de uno y del otro lado del arco parlamentario han preferido ponerse de acuerdo para intentar tumbar los presupuestos», añadió Mañueco.

SOCIOS DE GOBIERNO

Sobre su relación con sus socios de Gobierno, el presidente del Ejecutivo insistió en que «fluye con eficacia» para dar respuesta a los «retos» de Castilla y León. Rechazó que haya «crisis» en el Gobierno autonómico más allá de los debates o reflexiones diferentes a los que no da, dijo, «ninguna importancia».

«En el Gobierno autonómico no hay que demostrar quién manda, este es un Gobierno de coaliación pero siempre hemos dicho que hay un presidente, un portavoz, un Gobierno y una política», zanjó.

También habló de su relación con el presidente del PP nacional, Pablo Casado, que calificó de «perfecta e inmejorable» y de las diferencias entre éste y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que encuadró en el «morbo periodístico».

También se refirió a las últimas decisiones judiciales sobre la estación de esquí de Navacerrada. Mañueco ha celebrado la derrota del Gobierno de Sánchez y se cuestionó cómo habiendo tantas estaciones en el país solo haya querido cerrar la de Castilla y León.

«Sánchez ha perdido, ha ganado Castilla y León. Y podría hablar de otras cuestiones como el lobo o el precipitado cierre de las minas y de las térmicas que ahora vemos como se hizo de manera incompetente y afecta gravemente a los bolsillos de todos los españoles. Soy el presidente de Castilla y León y estoy comprometido con el mundo rural y con las personas que viven en las zonas rurales y por ello tengo que defender la estación de esquí de Navacerrada y hemos ganado el pulso en los tribunales de justicia», resumió.

Hasta esas declaraciones de Mañueco, el pulso de la negociación presupuestaria entre el PP, Ciudadanos y Por Ávila se mantenía aún vivo a una semana de que arranque el debate definitivo para saber si Castilla y León tendrá o no Presupuestos para 2022, con el partido abulense tratando de estirar su influencia, dispuesto a dialogar pero sin renunciar «a nada», ante los partidos que sustentan al Gobierno, confiados en que finalmente habrá acuerdo.

El vicepresidente de Por Ávila y alcalde de la capital abulense, Jesús Manuel Sánchez Cabrera, reconoció ayerque su partido está dispuesto a «negociar» pero sin renunciar «a nada» de lo que ha planteado en las enmiendas planteadas y dijo que el voto de su único y decisivo parlamentario, Pedro Pascual, no lo va a «regalar».

Después de un fin de semana de intercambio de declaraciones entre el presidente del Gobierno autonómico y del PP de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, los responsables de XAV, una escisión del PP, y también el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea (Cs), el alcalde de la capital abulense reconocióque «en toda negociación hay cesiones».

Preguntado a qué estaría su grupo a renunciar, tras plantear 22 enmiendas por valor de 35 millones de euros rechazadas en la tramitación parlamentaria antes del debate de Presupuestos, Jesús Manuel Sánchez Cabrera ha respondido: «Estamos dispuestos a negociar. A renunciar como tal, a nada».

IGEA, A ESCENA

El vicepresidente de la Junta, precisamente en un viaje institucional que le ha llevado al municipio abulense de Cebreros, se mostró ayer «seguro» de que habrá un acuerdo para sacar adelante los Presupuestos, aunque ha pedido a los interlocutores dejar al margen el «interés cortoplacista» y «un poquito más de diálogo y un poquito menos de escenografía».

«Cuando uno lleva la escenografía al límite, se producen situaciones no deseables», ha avisado. «Siempre he dicho que la política tiene su escenografía, a la que todos estamos acostumbrados», indicó Igea, para después insistir en que sería «difícil de entender» que no se alcanzara un acuerdo con «el mayor Presupuesto de la historia de la Comunidad», con más de 12.000 millones de euros.

El secretario general del Partido Socialista de Castilla y León, Luis Tudanca, achacó ayer un posible adelanto electoral en la Comunidad al «calendario judicial endiablado» al que se enfrentará el PP en los próximos meses.