El milagro de Di de Sant

El Salón Internacional de la Moda de Madrid, un evento que pone el ojo indiscreto en la mirilla del 2011, si se pusiera cinematográfico se titularía De repente, el próximo verano . Eso sí, el que quiera nostalgia la tendrá que respirar a más de 30 grados, que son los que todavía marcan los termómetros en pleno septiembre en las inmediaciones del recinto ferial Ifema de la capital. Con ese calor estival se presentó hasta ayer lo que se llevará en primavera-verano de 2011. Y Santiago García, diseñador leonés, artífice de la cada vez más conocida marca Di de Sant, triunfó. Incluso, durante este encuentro periodístico.

Si perteneciera a la emergencia china se entendería, pero este emprendedor nacido en 1966 en Carrizo de la Ribera, ha crecido en estos dos añ os de crisis elocuente «un doscientos por ciento. Hay gente a la que se lo digo que no se lo cree», afirma. Y muestra, como prueba de su explosión comercial, el difícil mercado leonés: «Tengo cinco puntos de venta en León. Son tiendas que me están comprando material porque lo venden. No hace mucho tenía solo uno», relata.

Entre tanto, aparece una profesional del sector procedente de Canarias, que ya no es que quiera informarse, sino ir cerrando unidades de pedido y demás detalles. «Acabamos de concretar también un acuerdo con empresarios de Sicilia y Roma. Así que en Italia habrá ropa de León. Eso sí, no nos volvamos locos porque son acuerdos pequeños. Pero ahí estamos-¦», comenta con orgullo. Lo que salta a la legua con Santiago García es que, además del talento y puntería a la hora de diseñar, aporta visión comercial. «Es que, a veces, este detalle queda de lado. Y se trata de vender también. Diseñar, crear, innovar... Pero también vender. Y tener qué vender», explica. A él se ve que la faceta comercial no le da ni pereza ni vergüenza. Y, por cierto, a diferencia de otras ferias, en este salón de la moda se detecta una relación rápida, directa y diligente que se aleja de otros eventos más centrados en marear la perdiz. Aquí, en este lugar, se vende de lo lindo.

A todo esto, Brasil. Lo que se ve en la fotografía es a Santiago García con su nueva colección, en la que queda claro, se sea o no entendido, que es una explosión de color que de inmediato refresca la vista. «El color es la nota predominante en todas mis colecciones», remarca. Así, de esta forma, lo que vende ahora en Madrid, y que seguro insistirá a lo largo del año que queda por delante, habla, en lenguaje visual, a todo color, en estampados grandes, predominancia de la seda, escotes grandes por la espalda y combinación de tejidos, de las playas y la costa carioca, de la selva y los colores de Brasil, y de la fiesta, por supuesto, el carnaval.

El hijo del carnicero, el artista de Carrizo de la Ribera, entre más de 350 profesionales, se mueve como pez en el agua. Vende y se vende. Se irá unos meses a Las Vegas: «No me gusta el invierno», aclara. Pero irá a trabajar. Vende en Ibiza, Marbella, Andalucía, Madrid, Francia, Luxemburgo, ahora Italia y más... Es profeta por lo menos cinco veces en su tierra. Tiene el taller en Carrizo de la Ribera y su showroom en la céntrica calle Lope de Vega, 9, de León. Con Excal (Exportaciones de Castilla y León), de la Junta, ha encontrado una buena ola para estar presente en París, Bruselas, Dubai, Brasil, Miami... Suerte, esfuerzo y oportunidades parecen ser los ingredientes de su receta: «¿La clave? Trabajar mucho y responder a las expectativas creadas», afirma Santi.