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«El Ave María de Schubert es una canción de cuna gitana»
Paco Suárez glosa hoy la influencia calé en países y artistas con música y palabras
Paco Suárez, director de la Orquesta Sinfónica Gitana Europea, clausura hoy las jornadas gitanas en
«Los gitanos somos aplaudidos en el escenario pero no reconocidos como músicos», afirma Paco Suárez, un gitano con raíces extremeñas desde la Guerra de la Independencia, profesor de saxofón y fundador y director de la Orquesta Sinfónica Gitana Europea.
Los músicos gitanos «sin nombre», añade, están detrás de grandes obras de la música clásica. Y lo refrenda con ejemplos: «Schubert escribió el Ave María porque se fue a vivir con los gitanos; es una canción de cuna gitana». Es sabido que Manuel de Falla bebió de fuentes gitanas para componer El Amor Brujo . Y las Danzas Húngaras de Brahms también se inspiraron en la música romaní.
El célebre músico de Hamburgo, relata, «tuvo que enfrentarse a un juicio y fue condenado a devolver lo que había robado a los gitanos» porque «el vecino le acusó de escribir las canciones que ellos cantaban en casa y el juez condenó a Brahms a devolver lo que había robado a los gitanos».
Suárez está hoy en León para hablar de la música y los gitanos y de la influencia que este pueblo nómada que salió de la India hace 1.100 años ha tenido en todos los países por los que ha atravesado en su periplo a Europa, desde Turquía a España, a donde arribaron en el año 1425. «Musicalmente hemos aportado tanto que todos los países tienen un trocito de cultura gitana, aunque estemos en la oscuridad», subraya.
El flamenco, sin ir más lejos, apostilla, «no existiría si no llegamos a estar los gitanos en España en el siglo XV: surgió de la fusión obligada por las expulsiones de la cultura judío-hebrea, musulmana y gitana, cuyo denominador común es que las tres tienen un origen oriental». «De una maldición surgió algo bueno», celebra el músico.
El nomadismo, simbolizado por la rueda del carro de su bandera, está en las entrañas del pueblo gitano. Y como un nómada Paco Suárez recorrió Europa hace unos años en busca de las raíces gitanas de su música tras presentar lo que ya intuía en una conferencia en el Parlamento Europeo.
Del periplo surgió la European Romaní Simphonic Orchestra, c ompuesta por 50 músicos, de los que 37 son gitanos y gitanas, la orquesta ha ofrecido 89 conciertos en toda Europa. A León vendrá un pequeño grupo de ocho personas, que interpretarán la música de raíz gitana de los diferentes países para ilustrar musicalmente la conferencia.
El bolero de Ravel, «a la manera gitana», y el Himno Internacional Gitano, «Gelen, gelen» («Camina, camina»), son algunas de las melodías que van a sonar en el Auditorio de León.
Paco Suárez forma parte de un grupo de artistas europeos que protestarán musicalmente por «aberración total y absoluta» de la política del presidente francés, Sarkozy, por expulsar a los gitanos rumanos de Francia. «Son ciudadanos europeos y aunque estemos atravesando por un momento difícil no se les puede expulsar como perros, convirtiéndoles en chivos expiatorios de un problema que no han creado».
El éxodo de gitanos rumanos a Europa occidental -”recalca-” tiene su raíz «en la pobreza de su país y en un mal gobierno». Paco reivindica los valores de la cultura gitana (familia, respeto, ritos y libertad) adaptados al siglo XXI y defiende que las ayudas sociales «sean para pasar un bache». «Al gitano que quiera vivir del cuento toda la vida hay que leerle la cartilla... y para eso están los gobiernos», recalca.
La conferencia ilustrada clausura las jornadas del Secretariado Gitano, la asociación Ciudad Refugio y el programa Acceder en colaboración con el Ayuntamiento de León. En el mismo acto se entregan los premios en reconocimiento a la labor en favor del pueblo gitano a la leonesa Antonia Hernández Jiménez y a la abogada cordobesa Carmen Santiago Reyes.