Adobe, el material del futuro

Nuestros abuelos construían sus casas, establos y pajares con tapial y adobe no sólo porque la tierra, el barro, era el material que más a mano tenían, aunque también constituía esa una razón importante. Aún hoy, la experiencia que tenemos en las casas tradicionales es que son más abrigadas en invierno y más frescas en verano, que al entrar en cualquiera de ellas le invade a uno una agradable sensación, fácil de sentir, difícil de explicar. Y sin embargo, sus hijos y nietos tiraron abajo muchas, muchísimas de esas construcciones, y elevaron en su lugar edificios con materiales modernos que, aparte de una estética más que discutible, no atesoran las virtudes de los de antaño.

Cada vez en mayor número surgen expertos que alaban las propiedades benéficas de la arquitectura tradicional en general y de la del barro en particular, y dentro de las aún iniciales actividades leonesas de revalorización, difusión y aprendizaje de estas técnicas se enmarca el Curso de Reparación y Mantenimiento de Paramentos de Tierra que tendrá lugar, del 4 al 6 de julio, en Barrillos de Curueño y de la mano de uno de los mayores expertos en la materia a nivel internacional, el francés Laurent Coquemont.

Organizado por el Centro de Formación Museo de la Cal de Morón con la colaboración de la casa La Provisional de Barrillos, la iniciativa incluye un taller colaborativo voluntario, del 7 al 14 de julio, y las prácticas se desarrollarán sobre una casa de adobe de la localidad.

«A los que se acerquen por primera vez al mundo de la rehabilitación, este curso les aportará los conocimientos necesarios para detectar y analizar una construcción de tierra, en este caso de adobe, pero también en las casas antiguas en general, y poder elegir la mejor manera de intervenir en ellas», aseguró Coquemont, quien ha trabajado a uno y otro lado del Atlántico con técnicas de edificación a base de tierra y morteros de cal. «Pero a los profesionales de la construcción, aparte de la técnica, el curso también les aportará las herramientas teóricas para explicar a los clientes de forma simple y llana el cómo y porqué se debe actuar ante una reparación en este tipo de construcciones, divulgando y fomentando las buenas prácticas para conservar nuestro patrimonio y aumentando su actividad, puesto que cada vez son mas los clientes sensibilizados en el correcto mantenimiento de sus casas y pocos los profesionales que se especializan en la intervención en estas construcciones».

La matrícula del curso asciende a 150 euros, con un máximo de 20 alumnos, pero el viernes 4 de julio, a las 17.00 horas, Laurent Coquemont ofrecerá una charla abierta y gratuita en la Casa Concejo de Barrillos de Curueño bajo el título La arquitectura de tierra, intemporal y sin fronteras .

«Mas del 30% del patrimonio mundial es de tierra cruda y la realidad es que nuestros pueblos leoneses son muy abundantes en ella, pero muy pocos los especialistas que respetan estos materiales y sepan intervenir en ellos. Es triste encontrar fachadas de tierra cubiertas con cemento o reparaciones que ignoran los adobes —reflexionaron los organizadores del curso—. No obstante, las nuevas corrientes de bioconstrucción y arquitectura sostenible señalan a la tierra y la cal como los materiales del futuro, no solo por sus características físicas y mecánicas sino también por las ventajas económicas y estéticas». Entre ellas, que está científicamente estudiado que reducen las emisiones de CO2 o que crean «un hábitat seco y fácil de calentar y refrescar».