Diario de León

«Lo grande de Cervantes es que nos hace creer ser mejores personas», afirmó el laureado autor

Andrés Trapiello: «Todas las vidas son susceptibles de ser noveladas»

El escritor leonés presentó en el Club de Prensa del Diario su obra «Al morir don Quijote» «De la

Publicado por
E. Gancedo - león
León

Creado:

Actualizado:

Mucho público, mucha admiración y mucho cariño se dieron cita ayer en el Club de Prensa del Diario de León para acoger y arropar a uno de los escritores más reconocidos del panorama literario nacional, Andrés Trapiello. El numeroso público que llenó el salón de actos no impidió que la presentación de Al morir don Quijote tuviera algo de doméstico, de reunión familiar o de animado debate. El recuerdo persistente hacia el genio de Alcalá de Henares también sobrevoló en todo momento la sala. Para acompañar al autor estaban su hermano Pedro, escritor y columnista del Diario, así como Nicolás Miñambres, crítico literario de este periódico. Tras unas breves palabras de agradecimiento del director, Fernando Aller, Pedro García Trapiello reafirmó la pertenencia de su hermano a la «extensa nómina» de literatos leoneses, que son, afirmó, «hijos de la noche tertuliada, del filandón y la patraña»; y con su inconfundible estilo bosquejó varios trazos de la labor de Andrés, autor «de larga distinción y largo recorrido», que ha sabido alejarse, dijo, «de la industria literaria» pero que ha recorrido «todos los ámbitos narrativos, a excepción del dramático». De «estajanovista de la literatura» calificó Pedro García Trapiello a su hermano, y eso, dijo, «lo nota el lector». Por su parte, Nicolás Miñambres trazó previamente unas breves pero ajustadísimas semblanzas de ambos autores, otorgando a Pedro los caracteres de «termómetro diario de la compleja y variadísima realidad leonesa», «hombre en continuo rapto creador», cronista de la «intrahistoria leonesa», etc; mientras que a Andrés, «como si fuera el envés de una hoja», le dedicó los rasgos de «entregado», «serio», «riguroso», «reflexivo» y «discreto», cuya vida está «dedicada a la creación», a la cual se dedica «en cuerpo y alma». A continuación, Miñambres se adentró en la amplísima y variada producción literaria del autor, destacando el que su obra se extienda «por un cuarto de siglo», que es uno de los creadores «de mayor fuste literario», de «reputada estética y valentía», y que constituye, asimismo, uno de los descubridores de grandes autores por completo olvidados o menospreciados, como Manuel Machado o Leopoldo Panero, así como su exhaustiva labor como escritor de diarios (lleva doce, algunos de ellos de más de 700 páginas, y está a punto de salir el número trece), género «poco cultivado en España» y que, parafraseando a Trapiello, escribe «para levantar acta del paso del tiempo» («escribimos diarios porque no somos enteramente felices», también dijo en su día el autor). El profesor y crítico culminó su análisis hablando de la obra presentada, que afirmó, «ha entusiasmado hasta a mis alumnos», diciendo además que, en ella, «el espíritu quijotesco se mantiene vivo».

tracking