Arquitectura compartida de Chamizo y Sebas Román

En el Camarote Madrid se puede ver una muestra conjunta de Jesús M. Chamizo y Sebastián Román. Dos visiones en torno a la arquitectura. Y surge lo real, lo posible y lo imposible, pero, ante todo, dos miradas talentosas. «A mi me gusta lo que hace él». Esta frase la dijeron ambos sin que se les preguntara al respecto.

Y Chamizo, como experto fotógrafo madrileño, curtido en proyectos y en premios, añade más rigor en el relato al hablar de Román: «Las fotografías de Sebas son gélidamente bellas. Ciudades que están en nuestro imaginario común, todas familiares,

si bien inexistentes. Tenemos la sensación de que las conocemos porque las tenemos grabadas en nuestro subconsciente cultural,

sin embargo, son la materialización, en forma de maqueta urbanística, de una pesadilla apocalíptica de su autor, el mundo tras la extinción de la raza humana. Un mundo deshabitado del que sólo queda su resto material en forma de ciudades hiper-tecnológicas y frías», explica. En su caso, con Calatrava como referencia, Chamizo despliega una mirada personal. Y surge así una poesía visual, «que poco a poco despierta nuestros sentidos y nos va mostrando algo escondido hasta ahora para nosotros, es el alma de lo observado. Un estudio visual y arquitectónico sobre la base más íntima y conceptual de su creador, (Santiago Calatrava)», dice Chamizo.

Opta en sus trabajos en una contraposición de los planos que fotografía y que presenta ante el ojo del espectador en una irreal continuidad pero a la que dota de coherencia. Lo que hace Chamizo es digno de ver más. Así, en Espacio E, hay una más que recomendable exposición suya.