Diario de León

Las imágenes más fieles

Así es el subsuelo de León

‘Fotos’ de hace 2.000 años. A partir de los restos romanos aparecidos en León, el catedrático Ángel Morillo ha recreado de forma virtual los edificios principales del campamento de la Legio VII. Imágenes que ofreció gratis al Ayuntamiento, pero nunca recibió respuesta.

Recreación virtual del anfiteatro del campamento de la Legio VII Gémina.

Recreación virtual del anfiteatro del campamento de la Legio VII Gémina.

León

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Desenterrar tesoros arqueológicos es muy aparatoso. Meses de pico y pala. Pero, lo más difícil, viene después. En casi todas las excavaciones llevadas a cabo en la ciudad de León apenas aparecen más que cimientos ‘ilegibles’ para la gran mayoría. El trabajo arduo es identificar esos restos y averiguar cómo eran hace 2.000 años. Es lo que lleva haciendo desde hace más de dos décadas el catedrático de Arqueología de la Universidad Complutense de Madrid Ángel Morillo.

En el subsuelo de León yacen varios campamentos romanos que hay que ir ‘reconstruyendo’ a través de los pequeños ‘agujeros del tiempo’ que se abren en cada sondeo del casco histórico —preceptivos por ley—.

Si alguien visita la cripta de Puerta Obispo, a los pies de la Catedral, solo verá un montón de piedras. Le será imposible deducir que forman parte de las inmensas termas sobre las que se construyó el templo gótico. Tampoco distinguirá los vestigios de la Porta Principalis Sinistra (Puerta Obispo en la Edad Media). Morillo ha recreado los edificios más significativos del campamento de la Legio VII Gémina, gracias al programa informático Blender, una herramienta para el modelado de edificios en tres dimensiones.

El León romano en imágenes

El resultado es sorprendente, como si un soldado romano hubiera sacado fotografías en el León de hace dos milenios.

Con estas imágenes, los Principia —el cuartel general de la Legio VII— ya no son una ‘entelequia’. Es posible contemplar las ‘fotos’ de la construcción más importante del campamento, la sede administrativa, con su patio porticado; el enclave donde los romanos guardaban el salario en plata de los soldados. Los Principia llevan años abandonados en un solar de la calle San Pelayo, tras un largo litigio entre los propietarios —ya fallecidos— y el Ayuntamiento de León, para evitar la construcción de un edificio de viviendas sobre ellos. Morillo también ha reproducido de forma virtual las necrópolis altoimperiales, hasta hoy desconocidas. De momento, solo ha aparecido un cementerio del siglo IV en los terrenos que años después ocuparía el desaparecido monasterio de San Claudio, junto al jardín de San Francisco y otro coetáneo en el Campus de Vegazana..

La calle Cascalerías preserva pequeños trozos del anfiteatro, cuyas dimensiones superarían a la actual la Plaza Mayor. Morillo le ha hecho ‘una foto’ al coliseo, con una llamativa segunda planta de madera. Este estadio acogió, sin duda, combates de gladiadores, pero también sirvió de campo de entrenamiento para los legionarios. Con posterioridad a su construcción se levantó un segundo muro —en el siglo II— con el fin de sostener la estructura, que tendría problemas de estabilidad. El recinto leonés es prácticamente idéntico a los anfiteatros militares erigidos en los dominios septentrionales del Imperio Romano, fundamentalmente en Austria y Reino Unido.

Los campamentos romanos seguían un mismo patrón: eran de forma rectangular, de unas 20 hectáreas y dos calles principales; la vía principalis (actual calle Ancha), que atravesaba el campamento de lado a lado con entradas en los lados mayores del rectángulo; y la vía praetoria, que iba de la entrada principal hasta el corazón del campamento, donde se cruzaba con la principalis. En esa intersección se situaban los Principia, la sede administrativa del campamento.

Morillo ha puesto en imágenes las puertas Este o Principalis (que se halla encapsulada en la cripta de Puerta Obispo) y la Sur o Praetoria (Puerta del Rey en la Edad Media), la más grande del campamento, de unos 20 metros de anchura, cuyos restos aparecieron en las calles Cardiles-Platerías. La intención de Morillo es rehacer virtualmente «todos los edificios del campamento de la Legio VII de los que hay datos suficientes». Por eso, de momento, la imagen del Praetorium —cuyos restos se localizaron en un solar de la calle San Pelayo, contiguo a los Principia—, es «muy sencilla y con pocos detalles». El Praetorium era la residencia del legado, la máxima autoridad del campamento; el lugar donde probablemente pudo vivir Trajano antes de ser proclamado emperador.

El catedrático de Arqueología de la Universidad Complutense, uno de los mayores expertos en el León Romano, localizó el año pasado 18 campos de maniobras en Trobajo del Camino y Oteruelo de la Valdoncina, utilizados por los soldados de la Legio VII.

En estos campos de entrenamiento los soldados erigían construcciones «de prueba». No solo eran adiestrados en las técnicas de combate, sino que debían aprender a levantar fosos y terraplenes y las edificaciones indispensables del campamento. Obras efímeras más difíciles de recrear, frente a las termas, los barracones o el almacén que apareció en la Casona de Puerta Castillo. El catedrático ha sido fiel en las reproducciones, aunque admite algunas ‘licencias’, como la estatua que ha colocado en el patio de los Principia, siempre basadas en los paralelos conocidos en las fronteras del Imperio..

Desdén de la Administración

El trabajo de modelado de edificios es una herramienta imprescindible para la difusión de los hallazgos. Morillo realizó un plano en acuarela de un metro por 50 centímetros sobre el que ‘colocó’ todas las construcciones del campamento y se lo ofreció, gratuitamente, al Ayuntamiento, para que hiciera pósters o colocara reproducciones en los enclaves arqueológicos de la ciudad.

Finalmente, gracias al arqueólogo municipal, Victorino García Marcos, se colocó una copia en el Centro de Interpretación del León Romano, ubicado en la Casona de Puerta Castillo. Lo lógico habría sido colocar cada recreación en el enclave donde se muestran restos arqueológicos, para que los visitantes puedan interpretar ‘las piedras’ que se preservan.  Pero las criptas arqueológicas llevan décadas pendientes de su musealización.

Como en el caso anterior, Morillo pone a disposición de las administraciones municipal y autonómica las recreaciones del León Romano, sin ningún coste. «Al fin y al cabo, son resultados de los Proyectos de investigación (I+D) financiados por el Ministerio de Ciencia e Innovación», asegura.

Un regalo despreciado
Morillo ofreció sin éxito al Ayuntamiento las recreaciones del León Romano de forma gratuita

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