Diario de León

Beaterio y vicio de Martinferre

En ‘Breviario del harén’ (Lobo Sapiens), el escritor y fotógrafo funde ambas actividades para crear un mundo inclasificable Ármaga expone las fotos que ilustran el libro

Casimiro Martinferre, ayer en Ármaga, donde presentó el libro ‘Breviario del harén’ y la exposición sobre el mismo. FERNANDO OTERO

Casimiro Martinferre, ayer en Ármaga, donde presentó el libro ‘Breviario del harén’ y la exposición sobre el mismo. FERNANDO OTERO

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La frase de que una cosa lleva a la otra, en el caso de Casimiro Martinferre está cargada de peligro y realidad, porque crea este Breviario del harén , libro editado por Lobo Sapiens, y en donde su editor José Antonio Martínez Reñones ayer elogió esa capacidad del fotógrafo y escritor para incorporar un universo de ficción en el que la potencia expresiva se le multiplica. Ármaga es la sede de la muestra, lugar desde el que Marga Carnero hace tiempo que contribuye como impulsora de una carrera como la de Martinferre en la que impera la singularidad. «¡Es el Edgar Allan Poe de León!», exclama Reñones. Sea como sea, en este artista nacido en 1960, que se considera fotógrafo, pero que escribe con puntería de literato, se conjuga el poderío de la imaginación y le sale un libro potente y una exposición que es pasar al otro lado de la realidad.

«Estreno esta exposición en Ármaga, lo cual considero un privilegio. Muestro en ella algunas de las fotografías que ilustran mi libro Breviario del harén , editado por Lobo Sapiens. Ya va siendo norma preocupante el que unas veces escriba inspirándome en una imagen recién salida del revelador, mientras que en otras en cambio modele un retrato basándome en el relato. De cualquier forma, el asunto llevaba mucho tiempo tangueándome la cabeza, demasiado. A trancas y barrancas salió adelante. Por fin lo sacudí de encima y puedo respirar tranquilo. O no, quizás sea ahora cuando empiecen los problemas», afirma al hilo de un proceso creativo que si tiene algo de mérito ya solo sería el hacerlo concluso, cuando da la sensación de que hubiera sido necesario al menos dos cabezas pensantes.

Respecto a las fotografías de la exposición que puede verse en Ármaga, son positivadas en gelatina de plata sobre papel baritado no plastificado, técnicamente son rayogramas, método inventado por el genial Man Ray en 1922. Esto es: no hay negativo que llevar a la ampliadora.

El contenido de la exposición son esos personajes de un relato inclasificable, que va de lo grotesco a lo que es, como indicaba también José Antonio Martínez Reñones, esa deformación de la realidad, «pero que es la que vemos tal cual en los sueños», indicaba en la mañana de ayer.

trabajo técnico

«Las danzarinas y el resto de personajes que pululan por la novela fueron compuestos a partir de mi propia costilla más un pedazo de celofán que se sitúa encima del papel sensible. Unas pocas, procesadas en mate, las he iluminado con lápices de colores.

Este trabajo literario-fotográfico es, según el frenólogo, consecuencia de lesiones cerebrales recurrentes, o como mínimo es consecuencia de un fetichismo arrinconado en lo profundo del subconsciente que de pronto hubiera despertado. En principio, el protagonista va creando tales hermosas hadas para su exclusivo deleite, pero pronto se corromperá en favor de terceros. Descubrirá entonces la soledad que conlleva la profesión de chulo, y descubrirá que en el fondo un artista respecto a su obra no es más que eso, un chuloputas», relata en largo Martinferre.

Esta novela ilustrada con fotografías, ofrece las claves para fundar un beaterio del vicio. El fotógrafo y escritor protagonista desea un harén de danzarinas. Puede influir en el obsceno deseo que se encuentre de capa caída en una edad muy mala.Efectivamente, va revelando en la química de su cuarto oscuro a las danzarinas y a otros muchos hilarantes personajes...

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