El béndito órgano de la Catedral
Cientos de personas acuden a la misa presidida por el obispo para escuchar «el mejor órgano de Europa».
Gutiérrez Viejo, Jean Guillou y Samuel Rubio
Pese a que en 1966, cuando cayó un rayo en la Catedral de León, ya se constató que el órgano que había «era malo», este instrumento no había sido sustituido por otro hasta ahora. Sin embargo, lo ha hecho por todo lo alto, ya que se ha instalado uno de tal calibre que «puede decirse que es el mejor de Europa». Opiniones habrá para todos los gustos y órganos de «primera división» hay muchos, pero «lo que no se puede discutir es que se trata de uno de los mejores instrumentos que suenan en el mundo y el que cuenta con la tecnología más avanzada», explicó a Efe el organista de la Catedral de León y director del Festival de Órgano, Samuel Rubio. El nuevo instrumento tiene 4.344 tubos, algunos hasta de ocho metros de largo; 64 registros; 20 acoplamientos; cinco teclados; y ocho fachadas. Esto consagra al templo como un referente mundial en la música, ha afirmado.
Con la bendición del obispo de León, Julián López, Samuel Rubio se encargó anoche de tocar en público por primera vez este órgano. Este instrumento musical sustituye al que se colocó en 1953 en la Catedral, que «ya nació malo, porque se hizo en la postguerra con unos materiales que no eran buenos». A esto se sumó el deterioro que sufrió el 29 de mayo de 1966, cuando cayó un rayo. «Se quemó la techumbre; al día siguiente, entrabas en la Catedral y veías las nubes. Medio León estaba llorando a grito pelado, porque veía cómo se desmoronaba el templo», ha recordado Rubio, testigo del suceso.
Las llamas no estropearon el órgano, porque estaban en la techumbre, pero sí lo hizo el agua que arrojaron los bomberos y acabó cayendo en el órgano.
Para reclamar un nuevo instrumento, hace 30 años se impulsó la creación de un Festival de Órgano Catedral de León, que dirige Rubio y alcanzó prestigio internacional en lo que concierne a música religiosa.
Además, se creó una asociación de Amigos del Órgano de la Catedral de León, cuyos estatutos advierten como su primera finalidad la de promover un nuevo órgano. Ahora, tres décadas después, la asociación tendrá que cambiar los estatutos.