Diario de León

Lleva meses avisando

Una ‘cueva’ en la iglesia de Valderas

Los desprendimientos, cada vez mayores, han abierto una ‘cueva’ en la torre de la iglesia de San Juan de Valderas. Los vecinos han alertado a la Junta, el Obispado y la Diputación por miedo a que se desplome.

León

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Primero fue una grieta. Después, se desprendieron las primeras piedras; y ahora, el boquete, con forma de cueva, mide más de un metro de diámetro. Han sido los vecinos los que se han movilizado y han enviado las impactantes imágenes de la iglesia de San Juan Bautista de Valderas, tras la caída de más bloques, al Obispado, a la Junta y a la Diputación. Y, al parecer, han logrado su propósito. Según ha confirmado el vicario Pedro Páramo, así como fuentes de la Delegación Territorial de la Junta, la torre de la iglesia será revisada por técnicos de la Junta y el Obispado en los próximos días.

El alcalde de Valderas, el socialista Agustín Lobato, no cree que los desprendimientos tengan relación con las intensas lluvias de los últimos días. De momento, ha vallado el entorno, como elemento disuasorio, para evitar el paso en esta zona de la iglesia. «Otra cosa no podemos hacer», dice, aunque ha consultado a un ingeniero de la localidad y la torre no corre riesgo inminente de desplomarse. «Me han asegurado que está firme».

El párroco de Valderas, Matías Bayón, piensa que la caída de piedras está relacionada con el hecho de que «medio pueblo está minado por las bodegas», galerías subterráneas que podrían haber desestabilizado la torre.

El boquete se ha abierto en la fachada donde antaño había una puerta que fue cegada. Originalmente, al campanario se accedía por esta entrada, situada en una calle que comunicaba las plazas de San Juan y del Ganado. Pero a mediados del siglo XX el obispo de León autorizó a un vecino tapiar esta calleja, lo que impide acceder por allí y que la iglesia esté exenta completamente.

Una iglesia almacén

Cerrada al culto desde hace décadas, la iglesia de San Juan se utiliza, básicamente, como ‘almacén’ de los pasos de Semana Santa, tras varios intentos fallidos para convertir este edificio del siglo XVI en un Museo Sacro.

En 2001 la Junta de Castilla y León invirtió 180.000 euros en restaurar todas las cubiertas y otros 240.000 en la rehabilitar la torre y el exterior del edificio. La iglesia de San Juan Bautista de Valderas empezó a construirse en el siglo XV, reutilizando materiales de otra anterior, la iglesia de San Juan de Cartamaz, de estilo románico primitivo, de la que se aprovecharon, entre otros elementos, las basas de las columnas.

El actual templo, de estilo mudéjar, se compone de una sola nave de planta de cruz latina, orientada de este a oeste, con cúpula del gótico florido y artesonado mudéjar, hoy oculto por un techo del siglo XVII.

Los vecinos, como en el caso de Valderas, se han convertido en los últimos años en los principales guardianes del patrimonio en una provincia que tiene el deshonor de encabezar la Lista Roja, el principal inventario de monumentos en ruina. También sobre los ciudadanos de esta España vaciada recae la misión de salvar unos monumentos, en muchos casos, propiedad de la Iglesia. Buena parte del patrimonio rural está siendo rescatado ‘in extremis’ gracias a cuestaciones populares, el conocido crowdfunding o micromecenazgo, que comenzó en las redes sociales para financiar proyectos innovadores o de pequeños emprendedores y que se ha convertido en la principal vía para sufragar restauraciones en iglesias, ermitas y otros edificios históricos de pequeñas localidades.

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