La descubridora del «Tiziano de Sahagún» pide que se analice
La pintora autodidacta Cándida Buiza insiste en que si el lienzo fuera una simple copia no diferiría tanto de la obra original
La obra descubierta en un desván se encuentra aún en muy mal estado.
Cándida Buiza, la descubridora del «Tiziano» que llevaba décadas abandonado en el desván del Museo de la Semana Santa de Sahagún, reclama un análisis del lienzo. Está convencida de que no se trata de una copia de El entierro de Cristo , como han sentenciado algunos expertos que, con «un vistazo», fechan el cuadro en el siglo XVIII, dos siglos después al momento en el que el maestro veneciano realizó el original.
Buiza, pintora autodidacta y gran entusiasta del arte, sostiene que, de ser una réplica, el autor se habría limitado a copiar exactamente al maestro, que firmó más de una versión de El entierro de Cristo -” dos de los cuadros están en El Prado y otro más en el Louvre-”. Los especialistas, no obstante, se han mostrado cautos hasta la fecha, ya que el cuadro se encuentra en un estado tan lamentable que se requiere un análisis más detallado para verificar si es o no auténtico. La obra está ennegrecida por la suciedad y el lienzo presenta varias roturas por las malas condiciones en las que se ha conservado hasta su descubrimiento. Buiza defiende que la obra hallada en Sahagún podría ser el Tiziano perdido hace 450 años y nunca recuperado. Por el contrario, los expertos consultados por Diario de León recuerdan que el paradero más posible del Tiziano desaparecido es el mar, durante su traslado desde Venecia.
Buiza acepta que el artista veneciano quizá utilizó una plantilla de esta escena, que repitió hasta en tres ocasiones, y en la que hay un Cristo yacente rodeado por la Virgen, la Magdalena, María de Betania, José de Arimatea y Nicodemo. Sin embargo, ni las obras del Prado ni la de Sahagún son exactas, como sería lógico si ésta última fuera copia de alguna de las dos anteriores. Tiziano, en una carta al monarca Felipe II, le explica que se ha extraviado el cuadro que le ha encargado y promete poner todo su empeño en perfeccionarlo en una nueva obra. Buiza cree que cabe la posibilidad de que el artista italiano vendiera la pintura al concluirla y, con la excusa de la pérdida, realizara otra similar para el monarca, cuya venta tenía asegurada.
Buiza también apela a la importancia que tuvo el monasterio de Sahagún en aquella época y a las buenas relaciones que mantenían Felipe II y el abad de Sahagún. De hecho, hace unos meses, en este templo apareció una momia enterrada en el altar mayor y debajo del féretro se escondía un sello de bronce del Papa Gregorio XI, del siglo XIV.
No hay que olvidar que el Museo de la Semana Santa donde apareció el supuesto Tiziano está situado en la capilla de Jesús, anexa a la iglesia de San Lorenzo. Buiza reclama un análisis serio de esta obra para averiguar si es efectivamente un Tiziano.