Diario de León

EN LA LISTA ROJA DE PATRIMONIO

El Escorial de León es pasto de la maleza

Promonumenta la limpia por tercera vez este año para que sea visitable.

Uno de los voluntarios de Promonumenta desbrozando de maleza el monasterio de Santa María de Nogales. DAVID GUSTAVO LÓPEZ

Uno de los voluntarios de Promonumenta desbrozando de maleza el monasterio de Santa María de Nogales. DAVID GUSTAVO LÓPEZ

León

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Lleva doce años en la Lista Roja. El Real Monasterio de Santa María de Nogales ha pasado de ser El Escorial de León —como fue considerado en su época de esplendor— a convertirse en el reino de la maleza. Solo Promonumenta, que lleva tres hacenderas este año para desbrozar las ruinas del cenobio benedictino, se ha preocupado por preservarlo. Y ello a pesar de que algunos vecinos consideran que la ‘hojarasca’ es protectora.

Santa María de Nogales ingresó en la nómina ‘de la vergüenza’ —de la que forman parte los monumentos abandonados o que amenazan ruina— y que elabora Hispania Nostra, justo un año después del robo de un arco románico completo del siglo XII, recuperado en 2013 por la Guardia Civil.

El historiador y miembro de Promonumenta David Gustavo López afirma que el abandono que sufre el monasterio es tan trágico que «apenas se conservan fotos antiguas de él». En 1904 el célebre historiador Manuel Gómez Moreno aún encontró en pie el ábside mayor, el crucero, la portada, una gran capilla, dos patios de los siglos XVI y XVII, columnas toscanas y la gran escalera del XVIII.

La zona que ya ha limpiado Promonumenta. DAVID GUSTAVO LÓPEZ

Ahora, el interior del monasterio, el receptorio y los claustros son una «selva». 24 voluntarios de Promonumenta acaban de limpiarlo en parte, pero tienen previstas nuevas jornadas para despejar de zarzales y arbustos los 2.200 metros cuadrados del edificio. El objetivo de esta asociación que mantiene a salvo numerosos monumentos leoneses es «seguir trabajando hasta conseguir que las ruinas de Santa María de Nogales sean visitables».

Tan difícil de explicar que esta joya que Gómez Moreno describió como «la iglesia morisca más pujante y atrevida que se construyera» haya llegado a semejante abandono es que la Junta jamás la haya declarado Bien de Interés Cultural (BIC).

En una bula firmada por el papa Alejandro III, y que data del año 1162, ya se menciona a Santa María de Nogales. Aunque el monasterio quedó deshabitado en la época de la Desamortización, fue hace cinco décadas cuando se aceleró una ruina que ha acabado por desmantelar el monumento. El ayuntamiento regularizó en el 2003 la propiedad de las ruinas gracias a la colaboración de los vecinos, pasando éstas a ser de titularidad municipal.

La historia del monasterio se remonta al año 1150. En esa fecha Doña Sancha Ponce de Cabrera y su marido, Vela Gutiérrez, donan al abad de Moreruela unos terrenos en la zona de Nogales para erigir un cenobio. Según José Dionisio Colinas, uno de los mayores estudiosos del convento, la importancia de la abadía fue cultural y material: «Sus riquezas y donaciones eran tan grandes que no se sabía con exactitud hasta dónde llegaban sus dominios».

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