Diario de León

Ignoran un sondeo del castro con drones de 2019

El yacimiento fue examinado con la última tecnología El Ayuntamiento pagó el proyecto, pero desconoce los resultados

Franganillo y Valles con el georradar en 2019 en el castro judío. DL

Franganillo y Valles con el georradar en 2019 en el castro judío. DL

León

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El Ayuntamiento de León pagó 24.600 euros por sondear el asentamiento judío de Puente Castro con drones y Georradar. La encargada de aquel proyecto, que se llevó a cabo en 2019, fue la arqueóloga leonesa Esperanza Martín —que ha desentrañado los yacimientos de La Carisa—. En el Castrum Iudeorum no utilizó pico ni palas, sino la última tecnología. Diego Franganillo y Javier Valles Iriso, del Centro de Asistencia a la Investigación de Arqueometría y Análisis Arqueológico de la Universidad Complutense de Madrid, realizaron un ‘barrido’ del único entramado urbano judío anterior al siglo XII de toda Europa.

Las nuevas tecnologías permiten construir un mapa tridimensional del yacimientos y averiguar qué oculta. Con todos los datos obtenidos a través del georradar, los drones, los vuelos aéreos y la tecnonogía Lidar (Light Detection and Ranging, es decir, detección por luz y distancia) elaboraron una auténtica radiografía de la zona con una técnica pionera que permite hacer fotografías con infrarrojos que localizan huellas de estructuras con una precisión milimétrica. Imágenes que se completan con otras obtenidas por satélite, de forma que afloran las estructuras que no aparecieron en las excavaciones. La información es tan precisa que se podrá conocer desde la planta de cada edificio que aún permanezca hasta su cronología.

Tanto la Universidad de León como el Ayuntamiento, que auspician una nueva campaña de excavaciones en el castro judío, han ignorado el trabajo realizado en 2019. Según la concejala de Cultura, Evelia Fernández, porque lo encargó en su momento el PP. Un informe al que, según ella, no ha tenido acceso. Esperanza Martín afirmó que estaba «alucinada».

Así que los 22 estudiantes que desembarcarán el lunes en el castro picarán ‘a ciegas’, sin la certeza de que van a encontrar algún resto.

Los precedentes

Durante décadas José Luis Avello y Jorge Sánchez Lafuente estudiaron y excavaron el Castrum Iudeorum. Gracias a los resultados de sus investigaciones León pudo acceder a la Red de Juderías. Del yacimiento extrajeron miles de piezas que les permitieron concluir que en el cerro de Puente Castro se hallaba la mayor judería de España del siglo X. Un foco industrial importantísimo, a juzgar por los restos de talleres artesanos, tenerías y vestigios de oficios diversos desempeñados allí por los judíos de entonces, gentes que convirtieron el asentamiento en un enclave más rico que la misma ciudad de León. El primitivo poblado, en el que habrían convivido judíos y cristianos, se alzaba en la ladera sur del cerro de la Mota y lo culminaba un castro, una pequeña fortificación defensiva ubicada sobre obra romana más antigua, que, a su vez, se habría alzado sobre las ruinas de una astur.

Durante años sólo se concedió importancia a la necrópolis, situada a las faldas del cerro que domina el acceso a León por la N-601, donde se localizaron ocho lápidas funerarias hebraicas, de las cuales seis fueron donadas al Museo de Toledo, considerada la capital del legado sefardí. Otras dos lápidas se encuentran en el Museo de León.

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