El infierno de las mujeres de Picasso

Tormentosa y tortuosa. Así fue la relación de Pablo Picasso (1881-1973) con las mujeres. En el cincuentenario de su muerte y juzgado con ojos actuales, el genio malagueño sería carne de cancelación. Puede que de banquillo, por violento. Narciso, machista, infiel y maltratador son adjetivos aplicables a este genio apasionado, rijoso y seductor, de mano larga y puño cerrado que cambió de pareja como de chaqueta. Sufrieron su iracundo carácter casi todas sus esposas, compañeras y amantes. . El primer amor de Picasso fue su prima Carmen, con quien el futuro pintor tonteó cuando solo tenía diez años y vivía en La Coruña, donde su padre enseñaba dibujo.

Fernande Olivier. Tenía 22 años cuando conoció al pintor. Vivieron su pasión en la bohemia parisina, pero más que dulce, fue una relación tóxica presidida por los celos y la violencia que duró unos siete años. Muy celoso, la encerraba en su apartamento para que no saliera sola. Fue modelo para ‘Tête de femme’, pionera escultura cubista, e inspiró muchas obras del período rosa. A medida que ganaba fama y dinero, Picasso perdía interés por Fernande a quien arrumbaría como un juguete roto.

Cuando ella enfermó, su relación acabó. Fernande se buscó la vida como cajera y vendedora de antigüedades. Publicó ‘Cuando Picasso era bombero’, sus memorias sobre su vida con el artista.

Eva Gouel. Fue su amante desde 1912 y musa del período cubista. Nacida en 1885 como Marcelle Humbert, inició su relación con Picasso cuando este aún vivía con su amiga Fernande. Eva fue un gran y truncado amor de Picasso que la llamaba ‘Ma jolie’ (bonita mía). Falleció muy joven, en diciembre de 1915, tres años después de conocer al pintor, aquejada de tuberculosis y cáncer. Destrozado, Picasso escribió que su vida era un infierno en una carta a Gertrude Stein.

Olga Khokhlova. De origen aristocrático, Olga Stepánovna Khokhlova nació en 1891 en Nizhin, hoy Ucrania. Dotada bailarina, recorrió Europa con los Ballets Rusos de Serguéi Diáguilev, su descubridor cuando la joven tenía 20 años. La revolución bolchevique de 1914 acabó con su familia y no regresó a Rusia. Con 25 años conoció en Roma a Picasso, con quien se casó.

La retrató en obras como ‘Olga en un sillón’ u ‘Olga pensativa’, logró que dejara la danza y se aprovechó de su origen aristocrático para vender sus obras a la alta sociedad parisina. Del matrimonio nació Paulo, primer hijo de Picasso, que tenía ya 45 años y volvería al maltrato y al engaño con una adolescente llamada Marie-Thérèse. Olga pasó sus últimos años sola sin poder caminar tras sufrir un infarto. Murió en Cannes el 11 de febrero de 1955 a causa de un cáncer. Picasso no asistió al funeral.

Marie-Thérèse Walter. El pintor abordó a la jovenante las Galerías Lafayette en París y le propuso ser su modelo. «Tienes una cara interesante. Me gustaría hacerte un retrato. Creo que vamos a hacer grandes cosas juntos. Soy Picasso», espetó el pintor, de 46 años a la joven de 17, que se convertiría en una obsesión para él. reflejada en su pintura. En 1935 Marie-Thérèse se quedó embarazada y cuando Olga lo supo puso fin a su relación con Picasso. Con Walter tuvo una hija, Maya, muy presente en sus cuadros. La relación duró nueve años y Picasso mantuvo oculta a su amante, dedicada al artista.

Conocida por los amigos más cercanos del pintor, no aparecían en público juntos siguiendo el consejo de sus abogados. Cuando el pintor pasó a su siguiente relación con Dora Maar, dinamitó la relación Maria-Thérèse, que se ahorcaría a los 68 años.

Dora Maar. Francesa de origen croata, fue un gran creadora cuyo talento eclipsó el descomunal genio y el ego de Picasso. Fotógrafa, pintora y escultora adscrita al grupo surrealista, era hija de una violinista y de un arquitecto que se opusieron a su relación con Picasso. Diversos testimonios hablan de maltratos físicos y tortura psicológica durante los casi nueve años que estuvieron juntos. Paul Éluard contó cómo Picasso le propinaba palizas y un chófer recogió a Maar en su coche después de que el pintor la golpeara hasta que perdió el conocimiento. La artista, que fotografió la realización del Guernica , no superaría nunca sus depresiones. Tuvo varios episodios de paranoia y recurrió a la salvaje técnica del electroshock antes de convertirse en una devota católica. Murió en 1997, a los 89 años y completamente sola. Entre sus posesiones se encontraron 130 Picassos que trató de donar a la Iglesia.

Françoise Gilot. En 1943, Picasso inició un romance con la pintora Françoise Gilot, 20 años más joven que Maar y 40 más joven que Picasso. Françoise tenía 21 años cuando conoció a Picasso, con quien tuvo dos hijos, Claude (1947) y Paloma, (1949). En 1946, ya vivían juntos y lo hicieron durante varios años, sin que el pintor renunciara a sus amoríos y aventuras, esta vez con Geneviève Laporte.

Gilot fue la excepción, la única mujer que dejó plantado al genio eludiendo su mentalidad controladora, su comportamiento cruel y sus infidelidades. Le abandonó en 1953 llevándose a sus dos hijos.

Jacqueline Roque. Con 27 años y recién divorciada, conoció a Picasso, que tenia 72. Ella tenía 33 años y él 80 cuando se casaron. Tue su última musa. El artista no se divorció de Khokhlova para no compartir su patrimonio y esperó a su muerte para casarse con Roque, a quien pintó sin desmayo. Se estima que hay unos 400 retratos de Jacqueline, muchos más que de cualquiera de sus otras musas. Con Roque halló nueva inspiración y era la única presencia que Picasso toleraba en su taller. Dominó al pintor y lo aisló. Se le acusa de prohibir a los hijos de Gilot visitar a su padre e impedir a sus herederos asistir a su funeral. Trató a Picasso como a un dios durante su relación, pero cayó en una profunda depresión que no superó. En 1986 se suicidó disparándose en la sien.