La Junta tiene un plan para los pináculos de San Isidoro

Los pináculos de San Isidoro llevan años esperando una restauración. En las últimas décadas únicamente se han rehabilitado los que corrían mayor peligro. En los últimos meses, la Consejería de Cultura ha llevado a cabo una inspección y un diagnóstico de la coronación y de los pináculos del presbiterio de la colegiata. Esta operación ha supuesto una inversión de 4.800 euros. El miércoles se llevó a cabo, con una plataforma articulada, la renovación de las redes protectoras que impiden tanto el desplome de los pináculos como el desprendimiento de fragmentos por la disgregación de la piedra. Los pináculos llevan ‘enfundados’ desde hace una década, aunque entonces se adoptó como una solución provisional. La sustitución de las mallas ha contado con la colaboración económica del Cabildo de San Isidoro.

La consejería anuncia que encargará el próximo año la redacción del proyecto de consolidación de los elementos del presbiterio, mejorando también el sistema de evacuación de aguas. Es la obra que queda pendiente en la joya del románico, cuando concluya la reforma y ampliación del Museo de San Isidoro y la rehabilitación de las pinturas murales del Panteón Real. La última vez que se restauraron los elementos de coronación del presbiterio fue en 1981. Según la Junta, en 1999 se realizaron obras de emergencia para la restauración de los paramentos exteriores y cubierta del presbiterio. En dichas obras se realizaron recomposiciones de piezas fracturadas, consolidación de disgregaciones, así como la sustitución de piezas no recuperables. En el año 2011, al detectarse desprendimientos puntuales de fragmentos pétreos, se colocaron mallas protectoras en los pináculos situados sobre zonas de tránsito de forma preventiva. En 2006, el remate de un pináculo, un bloque de diez kilos, se precipitó a la calle sin causar daños. En los años setenta, una piedra que cayó prácticamente en el mismo lugar mató a una estudiante.