Diario de León

Subasta

El meteorito de Reliegos vale como una obra de arte

El bólido que cayó el día de los Santos Inocentes de 1947 junto al carro de Ramira está a la venta por 37.500 euros El actual propietario localizó la roca en la mudanza de un trastero

Detalle del framento del meteorito que cayó en Reliegos en 1947 y que ahora ha salido a subasta. DL

Detalle del framento del meteorito que cayó en Reliegos en 1947 y que ahora ha salido a subasta. DL

León

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El meteorito de Reliegos vale más que una pintura leonesa del Renacimiento. Ha salido a subasta en la web todocolección.net por un precio de salida de 37.500 euros, mientras la firma madrileña Alcalá vendió este año cuatro tablas del artista conocido como Maestro de los Santos Juanes, activo en la diócesis de León entre 1525 y 1550, por un precio de 18.250 euros cada una.

El bólido que cayó el día de los Santos Inocentes de 1947 junto al carro de Ramira y sobresaltó al pueblo sale a subasta por segunda vez en dos años. En 2020 nadie ofreció por él los 38.000 euros que pedía el propietario. Lo más curioso es cómo el meteorito (una condrita) llegó a manos de Juan Carlos Manjares, empleado de una empresa de mudanzas del País Vasco. La ‘roca espacial’ pesa 580 gramos. Es solo un pedazo de la ‘bomba’ que impactó en la localidad del municipio de Santas Martas hace 74 años. Un fragmento que perteneció al ingeniero Manuel Laborda Werlinden (Tolosa, 1899-San Sebastián, 1993), uno de los encargados de estudiar el meteorito.

«Hace siete años vaciamos un trastero por impago. La mayor parte de los enseres fueron a parar a un vertedero», cuenta Manjares.

Salvado del vertedero

Entre las pertenencias de Laborda Werlinden a él le llamó la atención una caja de minerales y la salvó de la basura. Una de las piedras, de unos nueve centímetros, tenía una placa del Museo de Ciencias Naturales, donde había estado expuesto hacía años. El resto del meteorito fue a parar al Parque de las Ciencias de Granada y a varios museos de Estados Unidos.

Manjares cuenta que mucha gente se ha interesado por el meteorito de Reliegos, donde una placa recuerda aquel episodio de 1947 que sobresaltó al pueblo. Pero no está dispuesto a desprenderse de él por un precio inferior al que figura en la web de todocolección. Asegura que «es muy barato», porque «por un gramo se llegan a pagar 18.000 euros», sostiene. Lo que no quiere es que este pequeño fragmento de asteoide salga de España.

En la web donde se subasta la condrita de Reliegos hay un meteorito férrico, de similar tamaño, por un precio de 150.000 euros. El vendedor, de Zamora, asegura que lo recogió su abuelo hace 120 años en la Pampa. Manjares anuncia el suyo como «un objeto exclusivo, para gente exclusiva».

Una información del periódico Proa, días después de la caída del meteorito en Reliegos, cuenta que los vecinos escucharon un estruendo tan fuerte que pensaron que se había estrellado un avión.

La Real Sociedad Española de Ciencia Natural publicó un estudio titulado Astrolito de Reliegos, donde se recoge el informe realizado en aquel momento por los facultativos de minas José Aquilino Álvarez y Luis López López, que aseguraban que el astrolito pesaba cerca de 17,5 kilos —el mayor fragmento conservado ajpra es de 8,9 kilos—.

«Cayó la calle Real, a 5,5 metros de la fachada de Gregorio Agúndez, formando un hoyo de unos 35 centímetros de profundidad en el suelo, éste constituido por tierra fuertemente aprisionada y cantos entremezclados con ella», afirmaban los técnicos.

Gerardo Castro, un vecino, declaró haber oído un ruido «parecido al que produce un automóvil al ponerse en marcha con manivela y sentirse las primeras explosiones del encendido del motor». Ramira Santa Marta, esposa de Agúndez, se encontraba en casa vistiéndose cuando la sorprendió el estruendo. «Al abrir la ventana de la cocina sintió dos golpes que la hicieron gritar: ¡Aquí cayó!». Salió a la calle, donde ya llegaban otros vecinos, que vieron un hoyo y cerca una piedra distinta a las demás, de mayor tamaño, color negro y seca, mientras que las del pavimento estaban mojadas por la niebla».

Bonifacio Ferreras llegó a las diez de la mañana y observó «que la piedra estaba algo más caliente que sus manos, que llevaba metidas en los bolsillos».

El miércoles es la fecha tope para pujar por la condrita que subasta Manjares en internet. Si no consigue 37.500 euros, no la venderá.

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