«Mi percepción poética está en las trincheras»

Abel Aparicio González es un joven comprometido con la sociedad de su tiempo, que cree en los grandes ideales y aspira a cambiar el mundo. Eso es lo que se percibe cuando uno lee sus poemas y se adentra en su blog, http://abelaparicio.blogspot.com, y sobre todo cuando se habla con él. Originario de San Román de la Vega, Abel Aparicio ha participado en diversos recitales poéticos en varias ciudades de la geografía española, entre ellas, en Madrid, capital en la que residió durante años, y en León, donde trabaja como informático en la actualidad.

Allá por el año de 2007, el autor leonés hizo sus primeros pinitos en el mundo de la poesía. Eso fue en el bar Bukowski de Madrid. Recuerda con especial cariño su participación en el recital Versos para derribar muros , que luego se convertiría en un libro con ese mismo y sugerente título, cuya edición corrió a cargo de Los libros de Umsaloua.

«Me comentaron varias veces que participara en algún recital del Buko, en alguna jam session. Gsus Bonilla fue quien me convenció y aquel día me temblaba todo, pero al final lo haces y ves que no pasa nada extraño cuando lo haces, eso sí, cuando acabé, tuve que salir a la calle y respirar profundo, fumar un cigarro y tomar una cerveza».

Aunque en la actualidad vive en su pueblo natal, sigue manteniendo un estrecho y fructífero contacto con el mundo literario de Madrid. Prueba de ello son sus participaciones en jam sessions de poesía en la capital de España. «A Madrid suelo ir dos veces al mes —dice Abel—. Si coincide algún acto cultural me acerco. Puede ser que esta ciudad ofrezca más posibilidades, pero la calidad de vida que tengo en León no la encuentro en Madrid. Esa calidad de vida me hizo volver a casa, aunque a Madrid uno no le puede decir adiós, es imposible, no sé que tendrá esa ciudad a la que le cantaba, entre otros, Joaquín Sabina».

El siempre dinámico Aparicio ha colaborado, asimismo, en algunas interesantes revistas literarias como Es hora de embriagarse con poesía , Pro-vocación , Furmientu o La Curuja , aparte de sus participaciones en libros de poesía: Versos para derribar muros , Versos a Oliegos 2010 o Poesía de guerrilla , y aun en libros de fotografía, véase La luz de mi noche , recientemente publicado.

La escritura de este autor se asienta en tres pilares básicos como la memoria y el amor, sin olvidarnos de la predilección por sus raíces. Esto es lo que nos transmite en su Tintero de tierra , cuya edición bilingüe (leonés y castellano), nos aproxima aún más a nuestra «matria».

En cualquier caso, da la impresión de que su poesía le brotara de las entrañas. «La poesía es lo que vives, lo que sientes y lo que ves —aclara el autor—. Vivo, siento y veo mis raíces en el legado de mis abuelas y abuelos y en las manos agrietadas de mis padres, la injusticia en las cunetas del olvido, el amor en los ojos de mi novia y cada paso que nos lleva al precipicio en cada puño cerrado que lo reta». Cuando uno lee Tintero de tierra  se da cuenta de que se trata de un poemario escrito con la sangre de la tierra y el espíritu del compromiso con la realidad de nuestro tiempo y aun de otras épocas, que sin duda conforman nuestro pasado, incluso nuestra historia más horrible. Su autor aborda, en este libro esencial e imprescindible, temas universales como la libertad, la amistad y el amor, todos ellos vistos a través de la memoria, la cual nos ayuda a entender y a seguir siendo. 

«Muros y fronteras»

Desde la sobrecogedora belleza de sus versos libres, y cargados de futuro, nos invita a reflexionar sobre «un mundo lleno de muros y fronteras», donde «las empresas fabrican nuestra realidad». «Mi percepción poética está en las trincheras, es la poesía que nos toca vivir, la poesía de guerrilla. Sólo nuestra dignidad nos dirá adónde vamos, nuestra capacidad de gritar a los cuatro vientos que no somos gilipollas y demostrarle al gobierno de turno que está equivocado».

En la primavera de este año vio la luz una antología de poesía social, Esto no rima , que ha sido coordinada por él. Pero ya está embarcado en otros proyectos literarios: «Sí, ahora estoy con dos prólogos y un poemario. Uno de los prólogos se lo dedico a una mujer guatemalteca que escribió un libro de poemas sobre nuestra provincia; el otro, a un buen amigo. Sobre el poemario, que llevará por título Alboradas en los zurrones del pastor , y está escrito íntegramente en asturleonés, quiero indicar que es mi obra más ‘revolucionaria’, la más guerrillera. Es el tiempo que nos toca vivir y debemos ser dignos de ese tiempo».